La tormenta tropical Alberto, degradada a depresión tropical, causó estragos en Nuevo León el 20 de junio. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento del río Santa Catarina en Monterrey, afectando a la zona metropolitana y obligando al cierre de la Avenida Morones Prieto. En Santiago, la cascada Cola de Caballo también se desbordó, causando daños y preocupaciones ambientales. Protección Civil ha recomendado evitar áreas cercanas a ríos y arroyos debido al riesgo de más desbordamientos y posibles deslaves.
Las presas en Nuevo León registraron un aumento significativo en su nivel de agua. La Presa La Boca alcanzó una capacidad del 102.93%, mientras que la Presa Cerro Prieto llegó al 20.43% y la Presa El Cuchillo al 34.98%. La Presa Libertad, en construcción, mostró un volumen de 19,310,219.23 m³. Los ríos y arroyos de la región también presentaron niveles críticos, con el Arroyo Mastranza al 85% y el Río Salinas al 70%.
Las autoridades han desplegado unidades de rescate y monitoreo constante para brindar ayuda y evaluar la evolución de la tormenta. La comunidad ha sido instada a seguir las recomendaciones oficiales para evitar situaciones de riesgo. La respuesta rápida y efectiva es esencial para minimizar el impacto de estos fenómenos naturales en la población y la infraestructura local.
Este evento subraya la necesidad de estrategias de mitigación y preparación para desastres, especialmente en regiones vulnerables a tormentas tropicales. La colaboración entre autoridades y ciudadanos es crucial para enfrentar los desafíos ambientales y proteger la vida y los bienes de las comunidades afectadas.