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La demanda presentada por México en contra de los principales fabricantes de armas en tribunales estadounidenses ha generado preocupación en la industria, ya que podría abrir la puerta a que otros países, como Rusia o China, busquen interferir en las leyes de Estados Unidos a través de litigios. Durante una audiencia de apelación ante la Corte de Apelaciones para el Primer Circuito en Boston, la defensa legal de la industria argumentó que detrás de la demanda hay un intento de México por imponer su propia legislación en Estados Unidos, lo que podría tener implicaciones para la Segunda Enmienda que garantiza el derecho de los ciudadanos estadounidenses a portar armas de fuego.
El abogado Noe Francisco, en representación de todas las empresas involucradas, afirmó que la demanda pretende aplicar la ley mexicana a la regulación de armas de fuego en Estados Unidos, lo que significaría que su fabricación y venta estarían sujetas a las leyes de responsabilidad civil de todos los países del mundo, incluyendo Rusia y China, lo que podría abrir la posibilidad de denuncias improvisadas por parte de estos países.
Los abogados de México, Steve Shadowen y Jonathan Lowy, sostuvieron que la legislación estadounidense no debería ofrecer inmunidades a la industria de armas por daños ocurridos en México, por lo que el litigio debería proceder.
En septiembre del año pasado, la demanda presentada por México fue desestimada en un tribunal de Boston, Massachusetts, tras considerar que la Ley de Protección del Comercio Legal de Armas (PLCAA, por sus siglas en inglés) protege a los fabricantes de armas. Sin embargo, la Corte
de Apelaciones para el Primer Circuito está revisando el caso y se espera que emita un fallo en los próximos meses. En caso de ser favorable para México, podría resultar en una indemnización cercana a los 15 mil millones de dólares y cambios significativos en la legislación aplicable a la compra-venta de armas en Estados Unidos.
