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La nueva refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, no producirá combustible comercialmente viable antes de que termine el año, según cinco fuentes consultadas. Los ingenieros aún están trabajando en diferentes partes de la planta y se enfrentan a importantes desafíos para integrar estas secciones. La construcción, cuyo costo ya supera los 16,800 millones de dólares, ha estado marcada por retrasos técnicos significativos. Las declaraciones optimistas sobre su avance se exageraron debido a las elecciones del 2 de junio. Aunque los funcionarios han defendido el proyecto, la refinería no podrá cumplir con los plazos inicialmente prometidos, lo que plantea dudas sobre la viabilidad de los objetivos establecidos para la refinería. Con Claudia Sheinbaum asumiendo la presidencia en octubre, se espera que intente cumplir con estas promesas a pesar de los desafíos técnicos persistentes.
La construcción de la refinería, un proyecto emblemático del gobierno de AMLO, ha sido criticada por expertos en energía y la oposición. Los problemas técnicos han afectado la percepción pública y la confianza en el proyecto. Según las fuentes, las dificultades en la integración de las diferentes partes de la planta podrían retrasar aún más la producción de combustible. Este retraso no solo tiene implicaciones técnicas y financieras, sino también políticas, ya que la refinería es una pieza clave en la estrategia energética del gobierno.
El costo total del proyecto ya ha superado los 16,800 millones de dólares, una cifra significativamente mayor a la estimación inicial. Este aumento de costos y los retrasos en la construcción han generado críticas y preocupación sobre la eficiencia y la gestión del proyecto. La refinería de Dos Bocas es vista como un componente crucial para reducir la dependencia de México de las importaciones de combustible, pero los continuos problemas técnicos y financieros podrían obstaculizar estos objetivos a largo plazo.
