El 1 de julio de 2024, el peso mexicano registró una caída tras su peor desempeño semestral desde la pandemia, debido al fortalecimiento del dólar. El peso cotizó en 18.3937 por dólar, con una depreciación del 0.35% frente al viernes anterior. Esta debilidad se agravó después de las elecciones del 2 de junio, donde el partido gobernante ganó suficientes escaños para impulsar reformas constitucionales.
El Banco de México mantuvo la tasa clave de interés en 11%, pero sugirió posibles recortes futuros. Mientras tanto, la bolsa mexicana subió ligeramente, con el índice S&P/BMV IPC incrementándose un 0.11% a 52,497.07 puntos. Las acciones de Gentera y Banregio encabezaron los avances, con aumentos del 1.50% y 1.25%, respectivamente.
El mercado bursátil espera nuevos indicadores económicos de Estados Unidos, particularmente cifras de empleo, para evaluar las próximas decisiones de la Reserva Federal.