Claudia Sheinbaum, futura presidenta de México, iniciará la construcción de tres nuevas líneas de trenes de pasajeros: AIFA-Pachuca, México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo y México-Querétaro-Guadalajara. Este ambicioso proyecto cubrirá más de 1,200 km y se espera que esté terminado en cinco años.
Durante su conferencia, Sheinbaum aseguró que, aunque aún no se ha definido el monto de inversión, la construcción contará con la participación de empresas privadas y de ingenieros de la Sedena. La colaboración con concesionarias de carga como Ferromex y Canadian Pacific Kansas City también es crucial para el éxito del proyecto.
La presidenta electa destacó que se priorizará la creación de empleos en México, y que los trenes se construirán en fábricas locales, como Alstom en Ciudad Sahagún y CRRC Zhuzhou Locomotive en Querétaro. Además, se está evaluando la viabilidad del uso de derechos de vía existentes para reducir costos.
La participación de CPKC es especialmente importante para las rutas de mayor alcance, debido a su concesión de vías estratégicas. En caso de que no haya interés privado, la Sedena o la Secretaría de Marina podrían asumir la responsabilidad de las obras, como ya ocurre con el Tren Maya.
La red ferroviaria de México, con más de 26,900 km de longitud, incluye vías troncales y ramales en su mayoría concesionadas. Estas concesiones, otorgadas durante el gobierno de Ernesto Zedillo, permitieron la participación privada, reemplazando el régimen exclusivo del Estado en los ferrocarriles.
Sheinbaum subrayó que este proyecto no solo mejorará la movilidad, sino que también tendrá un impacto positivo en la economía al generar empleos y fomentar la fabricación nacional de material rodante.