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El proyecto estrella del presidente López Obrador, la refinería Dos Bocas, sigue sin producir gasolina tras numerosos problemas de planificación y ejecución. El complejo, que debía completarse en tres años con un presupuesto de 8.000 millones de dólares, ahora supera los 16.000 millones y aún no está finalizado.
El pasado sábado se reportó una fuga de gas que obligó a evacuar al personal, retrasando aún más los trabajos. A pesar de estas dificultades, se espera que Dos Bocas comience a producir gasolina a finales de 2024. Sin embargo, las expectativas de autosuficiencia en combustibles de la actual administración se posponen hasta 2025.
A diferencia de otras refinerías en el país, cada paso en Dos Bocas debe ser probado por primera vez, alargando el proceso de puesta en marcha. Los problemas iniciales con la planta combinada ya han sido solucionados, pero la refinería aún opera a media capacidad.
La construcción de la refinería Olmeca en Dos Bocas ha sido un esfuerzo conjunto entre Pemex y empresas privadas. Aunque las expectativas eran altas, el proyecto ha enfrentado numerosos obstáculos, incluyendo el aumento significativo en los costos.
La participación de empresas privadas ha sido crucial, pero ante la falta de interés, la Secretaría de la Defensa Nacional o la Secretaría de Marina podrían hacerse cargo, replicando el modelo del Tren Maya.
Con la refinería destinada a destilar 340.000 barriles diarios, el objetivo de alcanzar la soberanía energética sigue siendo una prioridad, a pesar de los múltiples contratiempos y desafíos financieros que han surgido durante su construcción.
