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El 18 de julio de 2024, Manuel Villicaña Pacheco, conocido como El Grande y líder del Cártel de Sinaloa, fue asesinado al salir del Centro de Readaptación Social Aquiles Serdán en Chihuahua. Villicaña Pacheco, junto con dos personas que lo acompañaban, fue emboscado por un grupo armado poco después de su liberación. Las autoridades señalaron que el ataque fue perpetrado por un hombre conocido como El 21, debido a rivalidades internas dentro de la prisión.
El comando armado ejecutó a Villicaña Pacheco y a las dos personas que fueron a recogerlo. La emboscada fue tan violenta que las autoridades implementaron el llamado “Código Negro”, una medida de emergencia para situaciones extremas de violencia. En la escena, la policía logró detener a un sospechoso, además de incautar varias armas y un vehículo utilizado en el ataque.
La Fiscalía General del Estado de Chihuahua ha iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar los motivos detrás de este asesinato. Las primeras indagatorias apuntan a que el ataque fue resultado de las tensiones y conflictos internos del Cártel de Sinaloa, exacerbadas por la reciente liberación de Villicaña Pacheco.
El asesinato de El Grande pone de manifiesto las luchas de poder dentro de los cárteles de la droga en México, y las consecuencias violentas que pueden derivar de ellas. Este incidente también resalta la inseguridad y el peligro constante que enfrentan los líderes del crimen organizado, incluso después de cumplir condenas en prisión.
Las autoridades continúan trabajando en la identificación y captura de todos los responsables involucrados en este violento ataque. La comunidad local ha expresado su preocupación por la escalada de violencia y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en la región para prevenir futuros incidentes similares.
