El 14 de febrero de este año, una manifestación de trabajadores se hizo sentir en Londres, movilizando 100 latas y 300 bocadillos de atún en señal de protesta. La razón: el despido de una trabajadora de limpieza por comer un sándwich sobrante de una reunión en un bufete de abogados.
El 6 de abril, una segunda protesta tuvo lugar frente a un conocido hotel en el centro de Londres, exigiendo justicia para una empleada despedida bajo circunstancias similares.
Muchos de los manifestantes son trabajadores latinoamericanos que se han unido para exigir mejores condiciones laborales y el cese de lo que consideran despidos injustos y arbitrarios. El caso de Gabriela Rodríguez, una ecuatoriana de 39 años, ha captado la atención de la prensa británica. Rodríguez, quien trabajó como limpiadora en el estudio de abogados Devonshires Solicitors durante dos años, fue despedida en diciembre de 2023 por Total Clean después de tomar un sándwich de atún sobrante, algo que considera injusto.
Rodríguez, que llegó a Londres en 2014 tras estudiar y trabajar en España, explica a CNN que su despido le ha dejado en una situación económica difícil. Asegura que el sándwich sobrante normalmente acababa en la basura y que no cometió ninguna infracción.
El caso está actualmente en un tribunal laboral, y Rodríguez espera que su experiencia sirva de ejemplo para otros trabajadores que se enfrenten a situaciones similares. “Quiero que mi experiencia inspire a otros a no quedarse callados y a luchar por sus derechos”, afirma Rodríguez.
CNN contactó a Total Clean para obtener una declaración oficial, pero aún no se ha recibido respuesta. Un representante de Devonshires Solicitors envió un comunicado indicando que la firma no presentó una denuncia formal contra Rodríguez y pidió a Total Clean que actuara de manera justa. Según el comunicado, la decisión de despedir a Rodríguez fue tomada exclusivamente por Total Clean, sin influencia de Devonshires, y la empresa ha dejado claro que no se opondría a su regreso si la situación cambiara.
En otro caso, Teresa Calixto, originaria de Perú, fue despedida de su puesto en el Hotel Dorchester a principios de 2024. Calixto, de 56 años y con más de 20 años de experiencia en hotelería, afirma que su despido se debió a fallos menores como no reemplazar el dispensador de jabón y no limpiar adecuadamente una alfombra. “Me sentí devastada. Me sacaron el corazón”, le dice a CNN. Su caso también está siendo evaluado por un tribunal laboral.
Un representante del Hotel Dorchester comentó a CNN que no podían proporcionar detalles sobre el caso de Calixto por razones legales, pero aseguró que tienen procesos sólidos para el trato justo de sus empleados.
La red de apoyo para estos trabajadores latinoamericanos en Londres proviene del sindicato “Las Voces Unidas del Mundo” (UVW), que se estableció en 2014. Según Petros Elia, cofundador del sindicato, UVW representa a trabajadores migrantes, con una gran proporción de latinoamericanos. El sindicato, que cuenta con alrededor de 4,000 miembros, ha sido un pilar para los trabajadores que enfrentan abusos y discriminación laboral.
El censo de 2021 revela que aproximadamente 136,000 residentes hispanos o latinoamericanos viven en Inglaterra y Gales. Muchos de estos trabajadores, con salarios bajos y múltiples empleos, buscan ayuda del sindicato ante el maltrato y la falta de representación.
Susana Benavides, una ecuatoriana que fue despedida en 2016 y luego recibió una indemnización en 2019, ahora actúa como asesora en el sindicato. Benavides utiliza su experiencia para guiar a otros trabajadores latinoamericanos en sus momentos de necesidad.
El sindicato UVW también organiza eventos para celebrar la cultura latinoamericana y ofrece talleres, clases de idiomas y otras actividades, proporcionando una comunidad solidaria para sus miembros.
Los trabajadores siguen luchando por ser escuchados y por un trato justo en el lugar de trabajo.
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