El huracán Debby, que se dirige hacia la región de Big Bend en la costa del golfo de Florida, ha encendido las alarmas en todo el estado debido a la amenaza de marejadas ciclónicas de hasta 3 metros y lluvias torrenciales que podrían desencadenar inundaciones catastróficas. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), se espera que Debby toque tierra a mediodía de este lunes, avanzando lentamente hacia el interior del estado y afectando también a Georgia y Carolina del Sur con lluvias históricas.
A las primeras horas del domingo, Debby ya había alcanzado vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora, fortaleciéndose rápidamente gracias a las cálidas aguas del golfo de México. Este huracán tiene el potencial de causar daños comparables a los del huracán Harvey en 2017, que dejó un rastro de destrucción en Texas con lluvias históricas y más de 100 muertes.
El NHC advierte que las áreas más afectadas podrían experimentar lluvias de hasta 76 centímetros, lo que convertiría a Debby en una tormenta particularmente peligrosa. Jamie Rhome, subdirector del NHC, destacó la naturaleza lenta de la tormenta, que puede aumentar la cantidad de lluvia acumulada y, por ende, la gravedad de las inundaciones.
En respuesta a la inminente amenaza, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha activado a 3,000 efectivos de la Guardia Nacional y emitido órdenes de emergencia para la mayoría de las ciudades y condados del estado. Se han ordenado evacuaciones obligatorias en varias áreas costeras, mientras que 17,000 trabajadores eléctricos se preparan para restablecer el suministro eléctrico después del paso del huracán.
Los gobernadores de Georgia y Carolina del Sur también han declarado el estado de emergencia, preparándose para enfrentar los posibles efectos devastadores de Debby. Con las condiciones meteorológicas extremas cada vez más frecuentes, los científicos atribuyen la magnitud creciente de estas tormentas al calentamiento global provocado por la actividad humana, que está aumentando las temperaturas oceánicas y haciendo que los huracanes sean más potentes y destructivos.