El Sueño de #DosBocas se Desvanece en #Tabasco: La Industria Sufre un Golpe.

El boom industrial que Tabasco experimentó gracias a la construcción de la refinería Dos Bocas está perdiendo fuerza. La actividad industrial en el estado cayó 12.2% en abril, marcando la tercera disminución consecutiva, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este declive ha afectado particularmente al sector de la construcción, que sufrió una contracción de 27.1% durante los últimos tres meses.

El fin del flujo de recursos federales destinados a la refinería ha dejado un vacío en la economía local. Según Dafne Viramontes, presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes, la caída en la construcción no solo refleja la conclusión de las grandes obras, sino que también impacta en otros sectores como empleos relacionados, servicios de alojamiento, preparación de alimentos y transporte. La demanda en estos sectores ha empezado a disminuir significativamente, ya que dependían del dinamismo generado por la construcción.

Gonzalo Monroy, un analista en energéticos, advirtió que la refinería Olmeca no estará completamente operativa hasta 2026, y aunque una gran parte de la construcción ya está terminada, aún faltan obras esenciales como el gasoducto marino desde Tuxpan y las obras portuarias, además de instalaciones eléctricas cruciales para el funcionamiento eficiente de la planta.

El impacto económico que la obra de la refinería ha tenido durante su fase de construcción fue notable, especialmente por la generación de empleo que llegó a movilizar a más de 40,000 trabajadores. Sin embargo, una vez concluida la construcción, la demanda de mano de obra se reducirá drásticamente, dejando solo a unos 4,000 empleados para la operación regular de la refinería, lo que representa apenas el 10% de los trabajadores que participaron en la edificación.

Además, la minería en Tabasco, que incluye la extracción de petróleo y gas, también sufrió una caída de 9.1% en abril, mientras que las industrias manufactureras retrocedieron un 6.1%. Estas caídas reflejan tanto la disminución en la construcción como un ajuste en la actividad minera vinculada a la refinería, según Viramontes.

El futuro de Tabasco como un actor clave en la economía nacional sigue siendo incierto. La operación completa de la refinería podría cambiar radicalmente la dinámica económica del estado, pero esto dependerá en gran medida de la producción de petróleo y de la capacidad de la refinería para mantenerse operativa.

Sin embargo, Monroy expresó dudas sobre si la refinería realmente logrará posicionar a Tabasco como un líder económico, dado que la economía del estado sigue profundamente ligada al petróleo, un sector que ha estado en declive en todo el país. El 64.7% del PIB estatal depende del sector petrolero, lo que hace a la región vulnerable a las fluctuaciones en la inversión y producción de petróleo.

La política energética del gobierno ha sido cuestionada, y Monroy indicó que la construcción de la refinería responde más a una estrategia política de justicia social que a una necesidad económica o estratégica. Según él, la refinería se construyó no por una lógica económica sólida, sino por el deseo de hacer justicia a la región sureste del país.

Finalmente, la economista Viramontes destacó que, aunque la inversión federal en Dos Bocas tuvo un impacto significativo en el corto plazo, el retorno en términos de empleo y crecimiento económico será limitado si no se implementan estrategias para aprovechar el potencial industrial de la región. La diversificación económica y la integración de cadenas productivas son claves para mitigar el impacto de la caída en la construcción y convertir a Tabasco en un corredor industrial competitivo.

Autor Itzel G. Bandala