En su Sexto Informe de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el costo total del Tren Maya ascenderá a 515,000 millones de pesos, cifra que ha generado controversia debido a su incremento con respecto a estimaciones iniciales. AMLO justificó el aumento de presupuesto argumentando que es necesario para cubrir expansiones y mejoras en el proyecto, así como para garantizar beneficios sociales y económicos a largo plazo.
Críticos del proyecto, incluidos expertos en economía y ambientalistas, han expresado preocupaciones por el impacto financiero y ambiental de esta obra. Señalan que el costo sigue escalando sin una justificación clara y que podría ser un riesgo significativo para las finanzas públicas de México.
El mandatario insiste en que el Tren Maya será un motor de desarrollo para el sureste del país, destacando que creará empleos y atraerá turismo. Sin embargo, la falta de transparencia en el manejo del presupuesto y los retrasos han levantado sospechas sobre la viabilidad del proyecto.
A medida que el Tren Maya avanza hacia su etapa final de construcción, la atención se centra en cómo se gestionará este presupuesto inflado y qué implicaciones tendrá para las finanzas del país. La oposición y varios sectores de la sociedad civil continúan pidiendo mayor claridad y responsabilidad en la ejecución de esta obra emblemática del gobierno de López Obrador.