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El majestuoso ahuehuete recientemente plantado en la glorieta de Reforma y Niza, luce un exuberante follaje verde en la parte superior; sin embargo, sus hojas y ramas inferiores presentan un tono ocre, lo que genera preocupación entre los capitalinos.
Una visita de inspección confirmó este fenómeno, y la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), al ser consultada, informó que un grupo de expertos continúa monitoreando el árbol tras su reciente plantación y el incidente de un individuo que vertió cemento en su base.
A pesar de ello, la Sedema aún no ha emitido un dictamen sobre el estado de salud del árbol, dejando incertidumbre sobre si sufre algún tipo de deterioro, como ocurrió con su predecesor.
Durante el recorrido de inspección, también se observaron trabajos de mantenimiento en la glorieta, particularmente en las nuevas banquetas que rodean la zona verde.
Cabe recordar que el 19 de mayo pasado, el segundo ahuehuete fue plantado en reemplazo de su antecesor, quien tuvo que ser trasladado a un vivero para su recuperación, al no lograr adaptarse al sitio y sufrir daños por accidentes automovilísticos e invasiones.
Lamentablemente, el nuevo árbol -de 20 años y 11 metros de altura- sufrió un ataque días después de su plantación, cuando un individuo esparció un producto cementoso en su base.
Autoridades y expertos tomaron muestras del suelo para evaluar los posibles daños causados por esta sustancia, sin embargo, hasta el momento, la Sedema no ha hecho públicos los resultados de los estudios.
Ante la incertidumbre sobre la salud del ahuehuete, los ciudadanos expresan su deseo de encontrar otras opciones para proteger y preservar este importante ícono natural en Paseo de la Reforma.
