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El bloque de Morena y sus aliados, el PT y el PVEM, logró aprobar la reforma judicial en la Cámara de Diputados, pero ahora enfrenta un desafío en el Senado, donde aún les falta un voto para alcanzar la mayoría calificada necesaria para cambiar la Constitución. La oposición, encabezada por el PRI, PAN y MC, ha prometido bloquear la iniciativa.
Morena tiene tres posibles escenarios para asegurar la reforma: lograr el apoyo de un senador de la oposición, aprobarla con la ausencia de legisladores opositores, o enfrentar el fracaso si todos los senadores están presentes y votan en contra. La votación se espera el 11 de septiembre, y la presión sobre senadores clave ha ido en aumento.
El líder del PRI, Alejandro Moreno, denunció intentos de intimidación y soborno para obtener votos a favor de la reforma. Mientras tanto, la presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, Ernestina Godoy, rechazó la posibilidad de diálogo con grupos opositores.
El desenlace de esta votación será crucial para determinar el futuro del Poder Judicial, en medio de una creciente tensión política y denuncias de prácticas antidemocráticas por parte del oficialismo.
