El #Tren Maya no estará listo antes de que termine el gobierno de López #Obrador

A pesar de haber sido uno de los proyectos estrella del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya no logrará completarse antes del fin de su administración. Las secciones 6 y 7, consideradas claves para conectar el recorrido completo, presentan retrasos importantes. Aunque el gobierno había prometido tener toda la obra en funcionamiento antes de diciembre de 2024, los avances en algunos tramos han sido insuficientes, en gran parte por la complejidad de los trabajos y problemas logísticos.

El presupuesto del Tren Maya se ha disparado, alcanzando cifras mucho mayores de lo inicialmente proyectado. La obra, que originalmente iba a costar alrededor de 156 mil millones de pesos, ahora tiene un costo estimado que supera los 515 mil millones, lo que ha generado críticas tanto de la oposición como de especialistas en finanzas públicas. Este sobrecosto representa un duro golpe a la economía, que ya enfrenta varios desafíos, y pone en entredicho la viabilidad financiera del proyecto.

Además de los retrasos en la construcción, se ha cuestionado la capacidad de la infraestructura para ofrecer los beneficios económicos prometidos en el sureste del país. La falta de un plan claro para su mantenimiento y operación a largo plazo plantea dudas sobre su impacto real en las comunidades por las que atravesará. Muchos expertos han advertido que las proyecciones de desarrollo turístico y económico podrían no cumplirse si no se implementan estrategias adicionales para garantizar su éxito.

Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia tras López Obrador, heredará la responsabilidad de concluir este proyecto, lo que ha generado expectativa sobre cómo gestionará los retos asociados con el Tren Maya. Con una obra de tal magnitud aún en marcha, su administración deberá tomar decisiones clave que determinarán el futuro del transporte ferroviario en la región.

El gobierno de AMLO enfrenta ahora críticas no solo por los retrasos y sobrecostos, sino también por haber generado expectativas que no se han cumplido. A medida que se acerca el final del sexenio, el Tren Maya se suma a la lista de promesas inconclusas, lo que podría afectar el legado del presidente en cuanto a infraestructura.

Autor Eduardo Martinez

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