Encuentran #Restos de un #Desaparecido de la dictadura militar #Uruguaya.

Los restos humanos descubiertos el 30 de julio en Uruguay pertenecen a Luis Arigón Castel, quien había estado desaparecido desde 1977, en el contexto de la última dictadura en el país, así lo comunicó este martes el fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe.

En una conferencia de prensa, Perciballe explicó que el análisis genético realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó “de manera concluyente, con un 99.99% de certeza” que los restos corresponden a Arigón Castel.

Cuando fue secuestrado el 14 de junio de 1977, Arigón Castel contaba con 51 años. Fue un militante político y sindical que, al resistir la dictadura y luchar por una sociedad más justa, fue ilegalmente privado de su libertad. Lo trasladaron al centro clandestino de detención La Tablada, donde sufrió diversas torturas, como lo verificó el equipo interdisciplinario encargado de investigar su caso. Finalmente, fue enterrado clandestinamente en el Batallón 14 del Ejército.

Por su parte, Alicia Lusiardo, coordinadora del Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF), mencionó que, de acuerdo al análisis forense, “la muerte fue violenta, resultante de la acción de terceros en un contexto de privación de libertad y tortura”. Sin embargo, lamentablemente no se pudo “determinar con exactitud la causa de la muerte” a partir de los restos.

Al momento de su secuestro, Arigón Castel estaba casado, tenía dos hijos, y trabajaba en una librería. Era parte de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria y militaba en el Partido Comunista de Uruguay, según los registros de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente de Uruguay.

Los restos fueron hallados en el Batallón 14 del Ejército, donde previamente se habían descubierto los restos de otros tres desaparecidos durante la dictadura. Según la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de Uruguay, un total de 197 uruguayos fueron detenidos y desaparecidos durante el régimen militar (1973-1985), la mayoría en el marco de la denominada Operación Cóndor, un esfuerzo represivo entre los regímenes militares de Sudamérica. Hasta ahora, ocho de ellos han sido encontrados e identificados en Uruguay.