amaneciendo.com.mx Tu ventana al mundo
Los astrónomos han hecho un descubrimiento impresionante: encontraron un par de chorros enormes que brotan de un agujero negro supermasivo a unos 7,500 millones de años luz de la Tierra. ¡Y lo mejor de todo! Estos chorros se extienden por 23 millones de años luz, convirtiéndolos en los más grandes jamás vistos, según un nuevo estudio.
Los agujeros negros son como los basureros del universo, tragándose casi todo lo que se les acerca. Sin embargo, un poco de ese material se expulsa antes de ser devorado, formando chorros en direcciones opuestas. Martijn Oei, un investigador del Instituto de Tecnología de California y autor principal del estudio, explicó que estos chorros son verdaderas bestias en términos de energía.
Los resultados fueron publicados el 18 de septiembre en la revista Nature.
Estos chorros pueden acelerar partículas a velocidades cercanas a la luz, brillando en longitudes de onda que los radiotelescopios pueden captar. Todo comenzó en 2018, cuando un equipo de astrónomos utilizó el radiotelescopio europeo LOFAR para observar el cielo y se topó con este brillo que les hizo levantar las cejas.
Con una potencia equivalente a billones de soles, esta megaestructura fue apodada Porfirión, en honor a un gigante de la mitología griega. ¡Imagina eso! Oei mencionó que “esto no es solo del tamaño de un sistema solar o de una Vía Láctea; estamos hablando de 140 diámetros de la Vía Láctea en total”. ¡La Vía Láctea sería solo un puntito en estas erupciones colosales!
¡Una búsqueda cósmica que llevó a un hallazgo inesperado!
El equipo, en realidad, estaba buscando otra cosa: los filamentos tenues de la red cósmica, que es la estructura que conecta todo en el universo. Pero al buscar esto, ¡se encontraron con 10,000 nuevos pares de chorros de agujeros negros! Es como si estuvieran en una búsqueda del tesoro cósmico.
Un coautor del estudio, Aivin Gast, que antes era estudiante de arqueología clásica, fue quien notó por primera vez este impresionante par de chorros. Debido a la pandemia, se ofreció para ayudar a Oei, y cuando descubrieron Porfirión, ambos se emocionaron. Gast propuso el nombre, y así nació este gigantesco hallazgo.
Antes de Porfirión, el sistema de chorros más grande conocido era Alcioneo, que equivale a unas 100 galaxias de la Vía Láctea. ¡Ahora, Porfirión se lleva la palma!
Los científicos creen que hay más de estos gigantes por descubrir a medida que la tecnología de los radiotelescopios avanza. El equipo utilizó el Telescopio de Radio Gigante de Ondas Metálicas en India y el Observatorio W. M. Keck en Hawái para seguir investigando el origen de estos chorros.
¿Qué significa todo esto?
Los hallazgos sugieren que los chorros gigantes no solo son un fenómeno raro, sino que podrían haber existido durante la mayor parte de la vida del universo. Esto podría cambiar nuestra comprensión de cómo se han formado las estructuras a gran escala en el cosmos.
Oei destaca que estos chorros pueden tener un impacto significativo en el espacio intergaláctico, liberando partículas cargadas y campos magnéticos. “Siempre que los chorros llegan al espacio intergaláctico, creemos que influyen mucho en el calentamiento de ese espacio”, afirma.
La investigación continúa, y el equipo está ansioso por desentrañar cómo estos chorros pueden extenderse sin perder estabilidad. “Podrían ser el registro fósil de la actividad de los agujeros negros supermasivos”, dice Oei, ¡y promete que esto es solo el comienzo de una emocionante exploración cósmica!
