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El 20 de agosto de 1989, Lyle y Erik Menéndez acabaron con la vida de sus padres en su lujosa mansión de Beverly Hills, California. Esta trágica historia ha inspirado la nueva serie de Netflix, “Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez”, que se estrenó el 19 de septiembre y cuenta con un total de nueve episodios.
Durante el juicio, Lyle y Erik afirmaron haber sufrido años de abusos por parte de su padre, así como la indiferencia de su madre ante estos actos. Sin embargo, la fiscalía desestimó sus alegaciones, sugiriendo que su verdadero motivo era hacerse con la fortuna familiar. En 1996, ambos fueron condenados a cadena perpetua.
Cliff Gardner, abogado de los hermanos, aunque están al tanto de la serie, no participaron en su producción. En cuanto a su opinión sobre el título de la serie, Gardner indicó que está bastante seguro de que tienen algo que decir al respecto, aunque no ha tenido contacto con ellos desde el estreno.
El caso de los Menéndez
Los padres de Lyle y Erik, José Menéndez, un ejecutivo musical de RCA Records, y su esposa Mary Louise “Kitty” Menéndez, fueron asesinados a tiros en su hogar. Lyle fue quien llamó al 911, entre sollozos, para informar que “alguien mató a mis padres”. La llamada, que ha sido reproducida en los medios y forma parte de la serie, comenzó de esta manera:
“Emergencias: —Beverly Hills, emergencias.
Lyle Menéndez: —Sí.
Emergencias: —¿Qué sucede?
Lyle Menéndez: —Somos hijos de…
Emergencias: —¿Qué sucede?
Lyle Menéndez: —Alguien mató a mis padres.
Emergencias: —¿Qué? ¿Quién? ¿Siguen allí?
Lyle Menéndez: —Sí.
Emergencias: —¿Les dispararon?
Lyle Menéndez: —Sí (…)”
Aunque inicialmente los hermanos negaron su implicación, posteriormente admitieron haber matado a sus padres, aunque alegaron que no fue por avaricia. Durante el primer juicio, que fue televisado, compartieron detalles sobre los supuestos abusos que sufrieron por parte de su padre.
En 1995, su abogada Leslie Abramson argumentó que no se trataba de un asesinato intencional, sino que actuaron por miedo, tras años de abusos psicológicos y sexuales. “Si es miedo y no mala intención, no es asesinato”, afirmó. La defensa sostenía que los hermanos actuaron en legítima defensa, mientras que la fiscalía insistía en que habían actuado por avaricia, buscando el patrimonio familiar, que estaba valorado en 13 millones de dólares.
El primer juicio, que se celebró en 1993, fue seguido por dos jurados independientes para cada hermano, y se declaró nulo en 1994 debido a la falta de un veredicto. En 1996, durante el segundo juicio, el jurado deliberó durante tres días antes de encontrar a ambos culpables de homicidio premeditado.
Hoy en día, Lyle Menéndez, de 56 años, y Erik Menéndez, de 51, cumplen su condena en la misma prisión de California, sin posibilidad de salir en libertad condicional.
¿Un nuevo giro?
En mayo de 2023, los abogados de los Menéndez argumentaron que había nuevas evidencias que podrían anular sus condenas y cadenas perpetuas, presentando una petición de hábeas corpus ante el Tribunal Superior de Los Ángeles. Según los documentos judiciales, una carta de Erik a su primo, escrita ocho meses antes de los homicidios, detalla los abusos de su padre.
El fiscal del condado de Los Ángeles declaró que la petición estaba bajo revisión. En la carta, Erik menciona: “Sigue ocurriendo, Andy, pero ahora es peor para mí”. Esta carta fue descubierta por Marta Cano, la hermana menor de José Menéndez, quien la compartió con el periodista Robert Rand en abril de 2018.
Además, los defensores mencionaron el testimonio de Roy Roselló, exintegrante de Menudo, quien afirmó haber sido abusado por José Menéndez cuando era adolescente. Esta acusación fue revelada en el documental “Menéndez + Menudo: Boys Betrayed”, estrenado en mayo de 2023 en Peacock.
Los abogados argumentaron que estas pruebas no solo muestran que José Menéndez era un hombre violento, sino que sugieren que continuaba abusando de Erik en diciembre de 1988, tal como habían defendido durante todo el proceso judicial. Por lo tanto, pidieron al tribunal que anule la condena o que permita presentar pruebas y una audiencia probatoria en el futuro.
Aún se espera una respuesta sobre esta solicitud. Gardner comentó que el tribunal ha solicitado al Estado que se manifieste por escrito, y la respuesta debería llegar a finales de noviembre.
