El presidente Andrés Manuel López Obrador ha firmado cuatro decretos de expropiación de tierras que abarcan una superficie de más de 150 hectáreas en los estados de Quintana Roo y Campeche, con el propósito de avanzar en la construcción del proyecto ferroviario Tren Maya.
La publicación de estos decretos se realizó en la edición del Diario Oficial de la Federación de este lunes, detallando las áreas que serán expropiadas y las compensaciones financieras correspondientes, que ascienden a un total de 90 millones de pesos.
Los primeros dos decretos abarcan tierras en Quintana Roo, específicamente en el ejido “X-Hazil y Anexos” del municipio de Felipe Carrillo Puerto. Estas tierras, con una superficie de 129 hectáreas, serán destinadas a la construcción de las infraestructuras ferroviarias y la operación del Tren Maya. La indemnización a pagar asciende a 85.95 millones de pesos.
El tercer decreto involucra un área de nueve hectáreas, 19 áreas y 64 centiáreas en el ejido “N.C.P.E. Valentín Gómez Farías” del municipio de Calakmul, en Campeche. Por esta expropiación, se pagará una indemnización de 769,444.67 pesos.
El cuarto y último decreto concierne a una superficie de tres hectáreas, 81 áreas y 88 centiáreas de tierras de agostadero en el ejido Matamoros del municipio de Escárcega, también en Campeche. La indemnización establecida es de 620,275.61 pesos.
Estos decretos de expropiación son un paso significativo para la realización del proyecto del Tren Maya, aunque también han generado debate y controversia en torno a los efectos medioambientales y la consulta con las comunidades locales. El proyecto busca impulsar el turismo y el desarrollo económico en la región, pero ha sido objeto de críticas y cuestionamientos en diversas áreas.
La expropiación de tierras para proyectos de desarrollo a menudo genera debates sobre los derechos de las comunidades locales y la necesidad de un equilibrio entre el progreso y la preservación ambiental y cultural.