Exclusiva: La #CIA se enfrenta a su propio momento #MeToo mientras emergen denuncias de #AgresiónSexual.

Los tribunales de Virginia del Norte y Washington han estado tratando en silencio durante más de un año casos de presuntas agresiones sexuales dentro de la CIA, revelando un problema cultural profundamente arraigado en la agencia de espionaje.

Hasta ahora, dos casos han culminado en condenas por delitos menores en Virginia. Recientemente, un juez federal de Washington sentenció a 30 años de prisión a un exoficial de la CIA por drogar y agredir sexualmente a numerosas mujeres.

En este clima, se han presentado más acusaciones que afectan a la notoriamente hermética agencia, incluida al menos una que resultó en el despido de un agente. Varias mujeres denunciantes han acudido al Capitolio para testificar en privado ante los comités de supervisión del Congreso sobre otras alegaciones de acoso y agresión sexual en la CIA.

Un informe de más de 600 páginas del inspector general de la agencia, así como otra revisión realizada por investigadores del Congreso, identificaron graves deficiencias en la gestión de las denuncias de acoso. En respuesta, la CIA ha implementado un significativo esfuerzo de reforma, que incluye la creación de una oficina dedicada a recibir denuncias de agresión sexual y acoso, así como la contratación de un oficial de la ley para facilitar las investigaciones. Esta iniciativa busca garantizar que los oficiales de la CIA puedan denunciar delitos sin comprometer su información clasificada.

Además, se llevó a cabo una encuesta interna para evaluar el problema del acoso sexual en la agencia. Los resultados, que no se habían hecho públicos anteriormente, sugieren que la CIA podría tener una tasa de violencia sexual en el trabajo ligeramente superior a la media nacional, pero mucho más baja que la del Ejército de EE. UU. En esta encuesta, el 28% de los encuestados reportó haber experimentado al menos un ambiente laboral sexualmente hostil, mientras que el 9% indicó que esto ocurrió en el último año. En comparación, el 7% de los encuestados reveló haber sufrido contacto sexual no deseado durante su carrera.

La encuesta ha generado reacciones encontradas dentro de la agencia. Algunos funcionarios creen que la CIA, al igual que el Gobierno federal en general, ha mejorado, mientras que otros sostienen que la cultura de “trabajar duro, jugar duro” sigue prevaleciendo y obstaculiza un cambio real en la aplicación de las normas contra la conducta sexual no deseada.

Las autoridades de la CIA, como la Directora de Operaciones Maura Burns y el Director Bill Burns, han enfatizado que están tomando el asunto con la máxima seriedad. En casos donde se han hecho acusaciones de agresión, la CIA realiza una evaluación interna para asegurar que la víctima y el acusado no se crucen, y espera a que se desarrolle el proceso criminal antes de actuar.

En una reunión reciente, algunos funcionarios manifestaron su confusión sobre cómo presentar un informe a las fuerzas del orden sin violar las reglas sobre información clasificada. Burns comentó que es esencial que los empleados se sientan seguros al llamar a la policía sin temor a represalias. Sin embargo, algunas víctimas afirman que han sido disuadidas de denunciar agresiones.

A pesar de estos avances, la CIA se enfrenta a desafíos comunes en el manejo de acusaciones serias, tratando de proteger a las víctimas mientras se respetan los derechos del acusado. La agencia planea realizar su encuesta interna anualmente, y el próximo enfoque será la educación para gerentes y empleados sobre los recursos y derechos disponibles.

Burns reconoce que aún queda trabajo por hacer: “No estamos donde necesitamos estar”, afirmó, y enfatizó que la cultura y las percepciones dentro de la agencia deben evolucionar para asegurar un entorno más seguro y equitativo para todos.

Autor Itzel G. Bandala

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