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El Banco de México (Banxico) ha observado señales de mejoría en la inflación del país y anticipa que continuará con recortes adicionales en la tasa de interés, tras la decisión de septiembre de reducirla al 10.5 por ciento. A pesar de estos ajustes, la inflación enfrenta retos persistentes, especialmente en el sector de servicios, donde los precios siguen mostrando resistencia a la baja.
La minuta correspondiente a la reunión del 26 de septiembre reveló que el banco central considera que las condiciones económicas permitirán futuras reducciones en la tasa de referencia, con la expectativa de que los efectos de choques globales vayan disminuyendo y la debilidad económica persista. Sin embargo, Banxico destacó que el riesgo de un incremento en la inflación sigue latente, lo que podría complicar la trayectoria hacia la estabilidad de precios.
Aunque la inflación general en México descendió al 4.58 por ciento en septiembre, marcando dos meses consecutivos de baja, el banco mantuvo cautela en su proyección de riesgos. Ajustó ligeramente su pronóstico para el último trimestre de 2024 a un 4.3 por ciento, mientras que la meta para el cierre de 2025 se mantiene en un 3 por ciento, objetivo del banco central.
La situación actual también coincide con la última decisión monetaria bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, quien designó a la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno. La próxima resolución sobre política monetaria, prevista para el 14 de noviembre, será la primera con Claudia Sheinbaum en la presidencia, quien asumió el cargo el 1 de octubre.
Banxico ha alertado que la economía nacional muestra signos de debilitamiento, ya que la mayoría de los integrantes de la Junta han notado una pérdida significativa de dinamismo desde finales de 2023, lo que representa un desafío adicional para la estabilidad financiera del país.
