El hartazgo de #Huazalingo: habitantes casi #Incendian el #PalacioMunicipal.

La tensión social en Huazalingo, Hidalgo, ha llegado a niveles alarmantes luego de que decenas de vecinos, cansados de años de abandono, estuvieron a punto de incendiar el Palacio Municipal. El detonante fue el manejo parcial de despensas enviadas por el DIF estatal, que la actual presidenta municipal, Vanesa Mejía, habría distribuido únicamente entre simpatizantes del Partido del Trabajo (PT), dejando fuera a aquellos que apoyan a Morena.

Los habitantes, especialmente campesinos molestos, expresaron que las despensas fueron presentadas como un logro personal de la alcaldesa, a pesar de que eran apoyos destinados a toda la población sin distinción política. Este trato desigual encendió los ánimos, y los vecinos, ya con la documentación lista para recibir la ayuda, se encontraron excluidos de la entrega.

“Nos tratan como si no fuéramos del pueblo por no apoyar al PT”, reclamaron algunos manifestantes que se reunieron en el evento de distribución. A pesar de las instrucciones del DIF estatal, que pidió atender a todos por igual, Mejía habría decidido beneficiar solo a los simpatizantes de su partido, desatando la furia de los presentes.

La situación alcanzó un punto crítico cuando los inconformes, portando pancartas, se congregaron frente al Palacio Municipal, exigiendo equidad en la entrega de los apoyos. La multitud señaló que la presidenta está replicando las viejas prácticas caciquiles de su esposo, el exalcalde, quien gobernó durante los últimos cuatro años, y aseguraron que ya no están dispuestos a tolerar estas injusticias.

Afortunadamente, aunque la molestia era evidente, los habitantes contuvieron su enojo y decidieron no incendiar el edificio, optando por esperar una solución que haga justicia. Los manifestantes confían en que finalmente recibirán las despensas, pues aseguran que hay más de 200 apoyos almacenados en las bodegas del DIF Municipal, y acusan a la presidenta de querer reservarlas solo para su círculo cercano.

Esta situación ha destapado una creciente inconformidad social en la comunidad, donde los habitantes demandan un reparto justo de los recursos y denuncian el uso del poder para beneficiar a unos cuantos, dejando de lado a quienes más lo necesitan. “Ya basta de privilegios para unos pocos”, gritaron los manifestantes, pidiendo un cambio real en la administración local.

Autor Itzel G. Bandala