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El despido de Gustavo Macalpin, conductor del noticiero del Canal 66 de Mexicali, generó revuelo tras ocurrir durante una transmisión en vivo el pasado 9 de octubre. En un acto inesperado, el director del canal, Luis Arnoldo Cabada Alvídrez, interrumpió el programa para despedir al periodista en directo, agradeciéndole por sus seis años de trabajo, pero señalando que su ciclo en la televisora había llegado a su fin. Este episodio desató una ola de reacciones, incluida la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien pidió que se restituyera el programa de Macalpin.
El director del canal argumentó que, aunque Macalpin había desempeñado un excelente trabajo, la relación laboral se había deteriorado en los últimos meses. Según Cabada Alvídrez, el conductor dejó de responder llamadas y redujo significativamente su participación en la programación, lo que afectó la sinergia del equipo. A pesar de este deterioro, el director admitió que pudo haber manejado la situación de manera diferente y expresó su gratitud públicamente durante la transmisión en vivo, lo que muchos consideraron una forma poco convencional de anunciar un despido.
Ante la polémica, Claudia Sheinbaum se pronunció durante una conferencia de prensa, afirmando que no consideraba correcto que Macalpin hubiera sido despedido por criticar a la gobernadora de Baja California. La mandataria sugirió que se le devolviera el programa, añadiendo que la libertad de expresión no debía ser coartada por opiniones que incomoden a las autoridades locales. Esta intervención de Sheinbaum puso sobre la mesa la posibilidad de que el despido tuviera tintes políticos.
El incidente también llamó la atención del empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, quien no dudó en bromear sobre el despido durante la visita de Macalpin al programa Ventaneando. El empresario hizo referencia a la controversia de manera jocosa, diciendo que lo despediría en vivo, un comentario que algunos interpretaron como una muestra del peculiar sentido del humor del magnate, mientras otros lo vieron como un recordatorio de las complicadas relaciones laborales en los medios de comunicación.
Aunque Sheinbaum solicitó la restitución de Macalpin, hasta ahora no ha habido un anuncio oficial sobre si el periodista volverá a conducir su noticiero en Canal 66. Lo que queda claro es que su despido ha abierto un debate sobre las condiciones laborales y la libertad de expresión en los medios regionales, especialmente cuando se ven involucradas figuras políticas de alto perfil.
