¡Un Orgullo Nacional! El #Científico de la #UNAM que Colaboró con el #Nobel de #Química.

Daniel Silva, un destacado científico de la UNAM, está celebrando un gran logro al unirse al bioquímico estadounidense David Baker, quien recientemente fue galardonado con el Premio Nobel de Química. Este reconocimiento, entregado el pasado 9 de octubre por la Real Academia Sueca de Ciencia, resalta su innovador trabajo en el diseño computacional de proteínas, un proyecto que comenzó a tomar forma hace más de veinte años.

El primer encuentro entre Silva y Baker tuvo lugar hace dos décadas, cuando Silva trabajaba en un laboratorio de la UNAM. Desde ese día, se sintió motivado a profesionalizarse y dedicó diez años de su vida para convertirse en un colaborador de este prestigioso Nobel.

Recientemente, la Gaceta de la UNAM compartió la inspiradora historia de Silva, un egresado que ahora comparte proyectos con Baker. “Tenía la corazonada de que este sería el año en que Baker recibiría el galardón, algo que se merecía desde hace mucho. Me desperté con mi alarma justo a tiempo para la premiación, y no pude evitar sentir un inmenso orgullo por él y por todos nosotros que hemos sido parte de su camino”, comentó.

Silva Manzano se formó en Bioquímica Básica en la Facultad de Medicina y luego se doctoró en Ciencias Bioquímicas en la Facultad de Química. En 2004, mientras trabajaba en la UNAM, tuvo la suerte de que Baker visitara el laboratorio, durante un viaje a México para dar una conferencia en la Facultad de Medicina. Aunque Baker rechazó una invitación a recorrer las instalaciones, decidió visitar el laboratorio donde estaba Daniel.

Curioso, Baker se acercó a Silva, entonces un joven de 24 años, para preguntarle sobre su trabajo. Esta conversación se extendió por horas, dejando a Daniel con ganas de colaborar con el Nobel en el futuro. A pesar de su inexperiencia en ese momento, esa charla encendió en Silva el deseo de seguir sus pasos. Baker le prometió que lo contactara cuando estuviera listo para el diseño de proteínas.

“Quería aprender de él sobre el diseño computacional de proteínas y cómo hacer las preguntas correctas y, más importante, responderlas adecuadamente”, reveló Silva.

Así, Silva dejó la UNAM y se trasladó a Hong Kong, donde se adentró en el campo de la química computacional durante tres años. “Siempre llevaré a la UNAM en mi corazón. He tenido la fortuna de estudiar y trabajar en lugares prestigiosos, pero nunca me he sentido inferior a los demás. La educación que recibí fue de altísimo nivel, y la UNAM no le pide nada a otras universidades”, subrayó.

En 2014, Silva decidió volver a contactar a Baker, quien recordaba a Daniel a pesar de que no se veían desde hacía diez años. Silva le expresó que se sentía preparado para unirse a su equipo en el Instituto de Diseño de Proteínas de la Universidad de Washington. Para ello, necesitaba conseguir una beca de dicha universidad, la cual logró obtener.

Así comenzó una colaboración de diez años en la que Silva se ha dedicado a diseñar proteínas con aplicaciones terapéuticas, además de traducir conceptos científicos para desarrollar medicamentos que llegan al mercado.

Durante su trabajo conjunto, Silva y Baker fundaron Monod Bio en 2017, una empresa enfocada en la creación de proteínas mediante inteligencia artificial. Este avance promete acelerar la producción de herramientas de investigación, lo que se traduce en diagnósticos más eficientes y medicamentos más accesibles.

“Lo que hemos logrado será un gran paso hacia adelante para la humanidad. Esto ayudará a crear mejores medicinas, diagnósticos más precisos y herramientas más efectivas para la investigación”, concluyó Silva con gran entusiasmo.

Autor Itzel G. Bandala

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