Mazatlán, Sinaloa. El domingo por la noche, la ciudad volvió a ser escenario de violencia cuando unos civiles armados persiguieron y dispararon contra el conductor de una camioneta blindada, dejando también a un taxista herido cerca de Plaza Acaya.
Los trabajadores y clientes que estaban en la plaza no tuvieron más opción que buscar refugio dentro, asustados por los disparos que resonaban a pocos metros del centro comercial.
Una empleada de una tienda dentro de la plaza relató su experiencia, explicando que ella y su pareja estaban disfrutando de una película cuando todo empezó a desmoronarse.
“Nosotros ya nos íbamos, pero le dije a mi pareja que quería pasar por Deport Street. En ese instante empezaron a bajar las cortinas y pensé que estaban asaltando, pero luego nos informaron que afuera había una balacera”, compartió, recordando el caos que se desató con la gente corriendo a buscar protección.
La trabajadora no ocultó su miedo, especialmente al ver a los niños llorando a su alrededor. “Sí me asusté, fue muy aterrador, pero traté de mantener la calma. Había niños que no paraban de llorar y adultos en estado de shock, ¡era un domingo familiar!”, confesó.
Mientras todo esto sucedía, las autoridades llegaron al lugar, pero los empleados señalaron que no hubo comunicación clara sobre la situación. “Cuando todo estalló, había policías municipales y la Guardia Nacional aquí afuera, pero en realidad no nos dijeron nada”, explicó otro trabajador de la plaza, añadiendo que la falta de información aumentó la incertidumbre entre los que se encontraban adentro.
A pesar de lo vivido, algunos empleados no piensan dejar sus trabajos, aunque admiten que estos incidentes generan un gran temor. “Es complicado, porque tenemos que salir a trabajar y ya no sabes por dónde pueden venir las cosas”, concluyó la empleada.