Un buque cargado con 400 mil barriles de petróleo partió ayer desde el puerto de Pajaritos, Veracruz, rumbo a Cuba, en un intento por apoyar al país caribeño en la profunda crisis energética que enfrenta desde el 18 de octubre. Los cortes de energía, que han dejado a la isla con apagones constantes, son atribuidos por el gobierno cubano al bloqueo económico de Estados Unidos, una situación que se agravó con el paso del huracán Oscar.
Para mitigar los efectos de esta crisis, las autoridades cubanas han cerrado escuelas y paralizado una buena parte de la actividad económica, en un esfuerzo por estabilizar la situación. No obstante, se ha advertido que los problemas de suministro eléctrico persistirán en el corto plazo. Este es el segundo año consecutivo en que México envía petróleo a Cuba mediante Gasolinas del Bienestar, una filial de Pemex creada bajo la administración de López Obrador, como respaldo energético adicional al que ya provee Venezuela.
El crudo mexicano, específicamente del tipo Olmeca, es enviado al puerto de Cienfuegos, donde se abastece una refinería operada con recursos cubanos. Entre enero y septiembre de este año, Pemex ha despachado un promedio de 20 mil barriles diarios hacia la isla, en una operación en la que los envíos se realizan mediante buques de bandera cubana.
La estrategia de México para suministrar petróleo a Cuba se enmarca bajo el concepto de ayuda humanitaria, evitando así las sanciones económicas impuestas por el bloqueo estadounidense. Este tipo de apoyo es fundamental para la isla, que además negocia suministros energéticos con Venezuela y recientemente con Colombia, en su intento por diversificar sus fuentes de energía ante la creciente inestabilidad en su red eléctrica.
Mientras tanto, el gobierno cubano se prepara para renovar su solicitud en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) esta semana, exigiendo nuevamente el fin del embargo estadounidense, un reclamo que lleva años sin lograr un cambio tangible en las relaciones comerciales de la isla.