La Asamblea General de la ONU aprobó, con abrumadora mayoría, una resolución que urge a Estados Unidos a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba, una medida que lleva más de seis décadas afectando la vida de los cubanos. La votación se resolvió con 187 países a favor, dos en contra y una abstención.
Estados Unidos y su aliado Israel fueron los únicos países que votaron en contra, manteniendo su postura de respaldo a las sanciones, mientras que la gran mayoría de los miembros de la ONU manifestaron su rechazo al bloqueo. Esta resolución subraya la necesidad de dar fin a las políticas restrictivas que, según los críticos, han afectado tanto la economía como el bienestar social en Cuba.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha destacado en sesiones anteriores la importancia de promover relaciones internacionales constructivas y libres de sanciones unilaterales, en línea con los principios fundacionales del organismo mundial. La ONU ha votado resoluciones similares en numerosas ocasiones, pero el embargo se mantiene vigente desde su imposición en los años sesenta, dificultando el desarrollo económico y el acceso de Cuba a mercados y recursos.
A pesar de la presión internacional, el gobierno estadounidense mantiene su política argumentando que se trata de una medida de presión para motivar cambios políticos y económicos en la isla. La administración actual no ha mostrado señales de suavizar el bloqueo, mientras que los representantes cubanos sostienen que la medida constituye una violación de los derechos humanos al limitar el acceso a bienes esenciales y el desarrollo de la nación caribeña.
Esta última votación refleja un aumento en el apoyo a Cuba y una creciente condena al bloqueo dentro de la comunidad internacional, dejando en claro el aislamiento de EE.UU. en este tema.