#Inundaciones en #España: Un dolor inmenso que nos toca a todos.

Las recientes inundaciones han dejado una estela de devastación en varias regiones del sureste de España, especialmente en Valencia, donde edificios han quedado sumergidos, puentes destruidos y las calles se han convertido en auténticos ríos de escombros.

Con más de 150 vidas perdidas, principalmente en la provincia de Valencia, la situación es alarmante, con muchas personas aún atrapadas o desaparecidas, según han informado las autoridades.

En Paiporta, una localidad de Valencia donde un río se desbordó, se ha reportado al menos 40 muertes. “Todos conocemos a alguien que ha muerto”, afirmó Miguel Guerrilla, un farmacéutico que observaba su negocio cubierto de espeso barro. “Esto es una verdadera pesadilla”.

El jueves, la BBC registró cómo las furgonetas funerarias trabajaban en la recolección de cuerpos de las calles, mientras que en las carreteras cercanas, los coches arrastrados por la corriente se apilaban desordenadamente.

Los testimonios de automovilistas describen el terror de quedar atrapados en las crecientes inundaciones del martes, que transformaron vías y calles en torrentes; muchos sobrevivientes tuvieron que escalar árboles o puentes para salvarse.

La devastación no se detiene ahí. Muchas familias se han visto forzadas a abandonar sus hogares y buscar refugio con amigos o en albergues de emergencia. Además, los habitantes de las áreas afectadas han sufrido cortes significativos en el suministro de electricidad y en la conectividad de teléfonos e internet.

Ante la magnitud de la tragedia, España ha declarado un luto nacional de tres días, con banderas a media asta en edificios gubernamentales y minutos de silencio en memoria de las víctimas. La frustración pública está en aumento, cuestionando cómo un país europeo avanzado no pudo advertir a muchas comunidades sobre el inminente peligro de inundaciones.

Las críticas se centran en si los servicios de gestión de desastres emitieron alertas con retraso. La agencia de protección civil no lanzó una advertencia hasta las 20:15 horas del martes, cuando ya había áreas en Valencia sumergidas durante horas.

Las autoridades han descrito estos aguaceros como “sin precedentes”, aunque no han dado detalles sobre cuántas personas siguen desaparecidas, solo indicaron que son “muchas”. El miércoles, se confirmaron más de 90 muertes tras las intensas lluvias y las inundaciones repentinas que afectaron en gran medida a Valencia y las regiones de Castilla-La Mancha y Andalucía.

La ciudad de Chiva, cercana a Valencia, experimentó la caída de lluvias equivalentes a las que normalmente se registrarían en un año, todo en solo ocho horas, de acuerdo con la agencia meteorológica española Aemet.

Los servicios de tren entre Madrid y Valencia se suspendieron debido a que las vías estaban obstruidas por vehículos y escombros, ya sea dañadas o completamente destruidas.

Los equipos de emergencia están trabajando incansablemente para rescatar a los heridos y a personas mayores atrapadas en sus hogares. Algunas áreas solo son accesibles por helicóptero, ya que las carreteras están bloqueadas por barro y desechos.

El gobierno ha desplegado a más de 1.000 soldados para colaborar en las labores de rescate y recuperación.

Autor Itzel G. Bandala

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