A partir de hoy, los pacientes que visiten hospitales en Texas serán cuestionados sobre su situación migratoria en Estados Unidos. Esta nueva medida, impulsada por el gobernador republicano Greg Abbott, busca que los hospitales registren los costos asociados con pacientes que no tienen residencia legal para que el estado intente recuperar esos gastos a nivel federal.
La iniciativa, vista como una escalada en la lucha de Texas contra las políticas migratorias de la administración Biden, ha generado críticas entre defensores de derechos humanos y de la salud. Estos temen que el requisito de información cause temor entre aquellos que necesitan atención médica, aunque los pacientes pueden negarse a responder sin que esto afecte la atención que reciban.
Esta política se asemeja a la impuesta el año pasado en Florida bajo la dirección del gobernador Ron DeSantis, otro crítico de la gestión federal en la frontera. Los hospitales de Florida también comenzaron a preguntar sobre el estatus migratorio de los pacientes en 2023, lo cual, según sus detractores, ha sembrado confusión y miedo en las comunidades de inmigrantes.
Derechos de los Pacientes: No es Obligatorio Responder.
Según la orden ejecutiva de Abbott, firmada en agosto, los hospitales deberán preguntar a los pacientes si son ciudadanos estadounidenses y si se encuentran en el país de manera legal. Sin embargo, los pacientes no están obligados a responder, y el personal debe informarles que su respuesta no afectará la calidad de la atención, en línea con lo que establece la ley federal.
Reporte de Costos y Datos de los Pacientes.
El sistema hospitalario de Texas aún tiene hasta marzo para empezar a reportar los costos al estado. De acuerdo con un borrador de la hoja de cálculo estatal, estos informes no incluirán nombres ni información personal. Los datos se limitarán a un desglose general de las visitas hospitalarias y de emergencia, junto con el estatus legal de los pacientes. También se incluirán los costos relacionados con pacientes cubiertos por Medicaid o el Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP), así como los de aquellos que no tienen cobertura.
Abbott ha sido contundente al respecto: “Los tejanos no deberían asumir la carga de financiar la atención médica para inmigrantes ilegales”, declaró al anunciar esta medida.
Experiencia en Florida y Preparación en Texas.
Los primeros resultados en Florida, basados en datos que los pacientes brindaron de manera voluntaria, revelan que casi el 8% de los pacientes ingresados en hospitales y el 7% de los que acudieron a emergencias se negaron a responder preguntas sobre su estatus migratorio. Menos del 1% de los pacientes de emergencias o internación admitieron estar en el país sin documentación legal.
En Texas, los hospitales han estado preparándose durante meses, y organizaciones de defensa de derechos de inmigrantes y salud han trabajado para informar a los pacientes sobre sus derechos. En Florida, esta misma estrategia incluyó mensajes de texto, carteles y correos electrónicos, aunque los temores entre la comunidad migrante no disminuyeron de inmediato.
Desde la Asociación de Hospitales de Texas, la portavoz Carrie Williams aclaró que la calidad de la atención no cambiará para los pacientes, quienes deben sentirse seguros al acudir a los hospitales del estado.