¿Qué Propuestas Traen #Harris y #Trump para #AméricaLatina?

Aunque América Latina no ha sido un tema central para los candidatos a la presidencia de EE. UU., Kamala Harris y Donald Trump, la región enfrenta retos importantes que el próximo líder deberá abordar, especialmente después de las elecciones del 5 de noviembre. Desde el nuevo mandato de Nicolás Maduro en Venezuela hasta la necesidad de gestionar el flujo de migrantes y la creciente influencia de China en la región, hay mucho en juego.

Uno de los grandes temas de la campaña ha sido la llegada de migrantes desde América Latina a la frontera sur de EE. UU. Trump, quien ya había enfatizado la migración durante su campaña de 2016, ha vuelto a hacer de este un tema prioritario. Acusa al gobierno actual de ser “incompetente” y promete una deportación masiva de migrantes indocumentados al asumir la presidencia. Aunque suena contundente, los obstáculos legales y logísticos podrían complicar la implementación de su plan.

Antiguos funcionarios de Trump han señalado que su estrategia no se centra únicamente en detener y deportar, sino en crear un ambiente de temor que haga que los inmigrantes eviten los espacios públicos y, en última instancia, decidan regresar a sus países. También ha relacionado la llegada de migrantes con problemas de criminalidad, el aumento de los precios de vivienda y la introducción de drogas como el fentanilo, un enfoque que ha resonado bien entre sus votantes.

En el lado demócrata, Kamala Harris se ha comprometido a establecer una “frontera segura”, argumentando que su experiencia como fiscal le da las herramientas necesarias para abordar el crimen organizado. Además, rechaza las deportaciones masivas y ha propuesto un plan de inversiones de $5,000 millones para fomentar el desarrollo en Centroamérica. Sin embargo, la situación se complica, ya que el gobierno de Joe Biden ha implementado políticas más estrictas que recuerdan a las de Trump.

El flujo de migrantes no ha cesado. Según datos de la ONU, en 2023 había 23 millones de personas desplazadas por la fuerza en la región, un aumento significativo respecto al año anterior. Esta situación no solo es una preocupación humanitaria, sino que también impacta la política interna en EE. UU., donde el 88% de los votantes registrados ven la seguridad fronteriza como un asunto crucial.

Las elecciones del 10 de enero también serán clave, ya que se espera que Maduro asuma un nuevo mandato, aunque muchos países, incluidos EE. UU., no reconozcan su victoria. Durante su primer mandato, Trump mostró su disposición a intervenir militarmente y a imponer sanciones a Venezuela, una postura que podría ser similar si Harris gana, ya que también ha declarado que no reconocerá a Maduro.

Además, la relación con México es fundamental para ambos candidatos. Trump ha mantenido su postura agresiva, sugiriendo medidas como bombardear grupos narcotraficantes en suelo mexicano y renegociar acuerdos comerciales que, según él, afectan a EE. UU. Si Harris gana, sería la primera vez que ambos países vecinos estén liderados por mujeres, lo que podría traer una dinámica diferente a la relación bilateral.

En el contexto de la relación con China, tanto Trump como Harris comparten preocupaciones sobre la competencia económica y tecnológica con este país. La importancia de América Latina ha aumentado en este ámbito, ya que es vista como un área clave para el desarrollo de las relaciones exteriores chinas.

A medida que se acercan las elecciones, es evidente que las estrategias de ambos candidatos sobre América Latina marcarán una diferencia significativa. La forma en que aborden la migración, la relación con México y la influencia de China podría definir no solo sus presidencias, sino también el futuro de la región

Autor Itzel G. Bandala

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