La indignación en España crece a medida que la tragedia de las inundaciones desvela una alarmante falta de acción por parte del gobierno. Mientras tanto, otros 500 soldados han llegado a la región de Valencia, donde los ciudadanos critican a las autoridades por su lenta y deficiente respuesta ante las devastadoras lluvias.
Los números son escalofriantes: al menos 211 vidas se han perdido en Valencia y áreas cercanas, y lamentablemente, se teme que esta cifra siga en aumento. Desde el lunes, las intensas lluvias han causado inundaciones que no solo han derribado puentes, sino que han cubierto pueblos enteros de barro, dejando a las comunidades aisladas y sin acceso a agua, alimentos ni electricidad.
Mientras la situación se vuelve crítica, miles de personas se han movilizado hacia las áreas afectadas para ayudar con las labores de limpieza. A medida que el caos se apodera de la región, las autoridades han decidido restringir el tráfico durante el fin de semana para permitir el trabajo de los equipos de emergencia.
Las alertas meteorológicas continúan vigentes en el noreste y sur de España, y se ha emitido una nueva advertencia para las Islas Baleares. Actualmente, 1.700 militares están participando en las operaciones de búsqueda y rescate en la Comunidad Valenciana, aunque las esperanzas de encontrar más sobrevivientes son cada vez más escasas.
Uno de los enfoques principales ahora es extraer el agua de los túneles subterráneos y estacionamientos, donde se teme que haya personas atrapadas. Paco Polit, periodista en Valencia, comentó a la BBC que la llegada de las nuevas tropas traerá consigo maquinaria pesada que mejorará la eficiencia de los esfuerzos de rescate.
La respuesta de las autoridades locales ha sido fuertemente criticada, y muchos se quejan de la falta de advertencias previas a la catástrofe. Amparo Andrés, quien ha tenido su negocio en Valencia durante 40 años, compartió su desgarradora experiencia: “El agua me llegó al cuello, creí que iba a morir. He perdido todo: mi negocio, mi hogar“. Su frustración resuena con la de muchos: “El gobierno no está haciendo nada. Son solo los jóvenes quienes nos están echando una mano“.
Juan Pérez, otro vecino afectado, expresó su desconsuelo: “Perdí toda mi vida, mis recuerdos. Mis padres vivían aquí. De un día para otro, todo ha desaparecido“. La agencia de protección civil envió una alerta de emergencia a los teléfonos de los residentes tras las 20:00 del martes, cuando las inundaciones comenzaron a cobrar fuerza.
Juan González, residente de Aldaia, subrayó que su área es propensa a inundaciones rápidas, criticando al gobierno local por no haber tomado precauciones anticipadas. “Es indignante que no hicieran nada a pesar de saber que esto iba a pasar”, enfatizó.
En Paiporta, donde ya se han reportado más de 60 muertes, los habitantes se sienten frustrados por la lentitud de la ayuda. Paco Clemente, un farmacéutico de 33 años, comentó: “No hay suficientes bomberos, y las palas no llegan”. La situación se ha vuelto desesperante para muchos.
El gobierno federal de Madrid también enfrenta críticas por no haber movilizado al ejército a tiempo y por rechazar una oferta del gobierno francés para enviar 200 bomberos. El presidente Pedro Sánchez ha prometido hacer lo posible por ayudar a los afectados.
La comunidad joven ha tomado la iniciativa en las redes sociales para organizar las labores de limpieza. Además, se han limitado los accesos al área metropolitana de Valencia durante el fin de semana, garantizando que los servicios de emergencia tengan las carreteras despejadas.
Voluntarios se han estado movilizando para colaborar con las tareas de limpieza, pero la desesperación ha llevado a algunos a cometer saqueos. Un vecino de Aldaia observó a personas robando en un supermercado abandonado y comentó: “La gente está un poco desesperada”.
Las lluvias también han afectado otras regiones del sur, como Huelva y Cartaya, obligando a cientos de familias en Jerez a evacuar. La magnitud de las inundaciones se debe, en parte, a la escasez de lluvia durante el resto del año, lo que ha dejado el suelo incapaz de absorber el agua.
La región de Chiva, cerca de Valencia, registró el martes tanta lluvia en solo ocho horas como lo que normalmente se espera en un año entero. Además, un informe preliminar de World Weather Attribution sugiere que el calentamiento climático ha intensificado estas precipitaciones, estimando que fueron un 12% más fuertes de lo que habría sido habitual.