Al grito de “¡asesinos!” y lanzando barro, los afectados por las devastadoras lluvias en Valencia recibieron este domingo a las altas autoridades durante su visita a la “zona cero” de la tragedia. El presidente regional, Carlos Mazón, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI se encontraban en el área más impactada por las inundaciones, que han dejado más de 200 muertos y centenares de desaparecidos, lo que hace temer que la cifra de víctimas aumente aún más.
Seis días después de la catástrofe, muchos de los damnificados se quejaron de la tardanza en la ayuda y señalaron a las disputas políticas entre el gobierno regional de Mazón y el nacional de Sánchez como responsables de la situación. Por ello, la visita de las autoridades no fue bien recibida. Los presentes respondieron con insultos y lanzando barro, mientras gritaban “¡asesinos!” a la comitiva.
En las imágenes, se observa cómo la guardia personal del rey protege a Felipe VI con un paraguas, mientras que la reina Letizia aparece visiblemente afectada, con lágrimas en los ojos y el rostro manchado de barro. En videos que circulan en redes sociales, se puede ver a varias personas atacando el auto de Sánchez, quien tuvo que ser evacuado a un lugar seguro, según informaron medios locales.
Pese a los insultos, Felipe VI decidió quedarse en el lugar para dialogar con los afectados. Su presencia generó tanto críticas como agradecimientos, especialmente por su disposición a reconfortar a las víctimas.
En varias localidades, la tensión se palpó en el ambiente, con muchos manifestándose a favor de la dimisión de los líderes. La frustración crece, sobre todo en los pueblos más golpeados, donde la mala planificación se hace evidente. Los residentes también mostraron su descontento por la lenta respuesta de los servicios de emergencia y la desorganización en la ayuda.
El martes 29 de octubre, el día en que comenzaron las lluvias, la Agencia Estatal de Meteorología había emitido una alerta máxima por la mañana, pero las autoridades locales no avisaron a tiempo a la población. “Se sabía y nadie hizo nada por evitarlo,” fue la queja de un joven dirigido al rey, quien, a pesar de la agitación, insistió en hablar con la gente.
Durante su visita a Paiporta, el monarca fue visto consolando a un hombre que lloraba. Aunque las críticas eran fuertes, muchos damnificados también agradecieron la presencia del rey, reconociendo su esfuerzo por estar ahí.
Carlos Mazón expresó en redes sociales que “entiende la indignación social” y que era su deber escucharla. Por su parte, Sánchez comentó sobre los incidentes, enfatizando que “no nos vamos a desviar” de los objetivos que la ciudadanía quiere lograr.
Esta tragedia ha sido catalogada como la peor catástrofe europea relacionada con inundaciones en un solo país desde 1967, cuando murieron al menos 500 personas en Portugal. Actualmente, decenas de personas siguen desaparecidas y alrededor de 3,000 hogares están sin electricidad, mientras las autoridades reportan daños incalculables en infraestructuras.