La Línea 1 del Metro de la Ciudad de México, que se extiende de Pantitlán a Observatorio, aún no ha reabierto completamente, dejando a miles de usuarios a la espera de que el tramo entre Cuauhtémoc y Observatorio esté operativo. A pesar de avances en la renovación, la fecha definitiva de apertura sigue siendo incierta y se vislumbra hasta 2025.
Desde que comenzaron las obras de remodelación, el cierre se programó en dos fases. La primera, que abarcó de Pantitlán a Isabel La Católica, fue reabierta el 29 de octubre de 2023. La segunda fase, que se extiende desde Isabel La Católica a Observatorio, ha avanzado de manera gradual, con la apertura de Balderas a Isabel La Católica el 13 de septiembre pasado. Sin embargo, estaciones clave permanecen cerradas, afectando a miles de capitalinos que dependen de este transporte.
Durante una conferencia en la que abordó otros temas, como la licencia de conducir permanente, la jefa de gobierno Clara Brugada descartó que las estaciones cerradas por remodelación vayan a abrir antes de que finalice 2024. Brugada aseguró que se están implementando mecanismos para avanzar semanalmente, pero admitió que la conclusión total de la Línea 1 no ocurrirá hasta 2025, dejando a los usuarios frustrados y sin respuestas claras.
El Metro de la CDMX informó el 1 de noviembre de 2024 que el sistema de vías hasta Observatorio está casi terminado. Guillermo Calderón, director del Metro, junto con Héctor García, secretario de Movilidad, supervisaron los avances desde Tacubaya a Observatorio, destacando que la instalación de la vía, el riel, la pista y la barra guía está concluida. Sin embargo, a pesar de estos progresos técnicos, los pasajeros siguen sin ver una reapertura tangible.
Las estaciones abiertas, que incluyen Pantitlán, Balderas, y otras, no compensan el impacto de las estaciones cerradas como Cuauhtémoc, Insurgentes, y Observatorio. La frustración crece entre los usuarios, quienes esperaban un proyecto que se entregara de manera más eficiente. La administración actual promete que la renovación traerá beneficios a largo plazo, pero el retraso constante ha generado críticas sobre la planificación y ejecución del proyecto.
Mientras tanto, el gobierno capitalino insiste en que está comprometido con mejorar la infraestructura del Metro. Sin embargo, la incertidumbre persiste y los usuarios del tramo cerrado entre Cuauhtémoc y Observatorio continúan esperando, sin más opción que adaptar sus rutas diarias a los constantes inconvenientes generados por la falta de transporte eficiente.