Esta mañana, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, recibió a dos pesos pesados en Palacio Nacional: Larry Fink, el líder de BlackRock, y Adebayo Ogunlesi, el director de Global Infrastructure Partners. Esta reunión ocurrió justo un día después del virtual triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que ha dado mucho de qué hablar.
“Estuvimos conversando sobre la fortaleza de la economía mexicana y el papel clave que juega el T-MEC”, compartió Sheinbaum en sus redes, destacando la importancia del Tratado entre México, EE. UU. y Canadá para el futuro del país. Y es que BlackRock, con más de 9 billones de dólares bajo su gestión, es la mayor administradora de activos del mundo, mientras que Global Infrastructure Partners se especializa en mega proyectos de infraestructura, sobre todo en energía y transporte.
Este encuentro también se dio en el marco de la presentación del Plan Nacional de Energía, un proyecto ambicioso que busca inyectar 23,400 millones de dólares en el sector eléctrico de México. Aunque, por supuesto, la política exterior también fue parte de la agenda.
El lunes, Trump había lanzado una advertencia: si México no detenía la migración ilegal y el tráfico de drogas, impondría un arancel del 25% a los productos mexicanos. Sin embargo, Sheinbaum fue clara y aseguró que no hay razones para preocuparse por los resultados de las elecciones de EE. UU. y su impacto en el país.
“A los mexicanos, a nuestros paisanos y paisanas, a las empresarias y empresarios, no hay motivo alguno de preocupación“, afirmó durante su conferencia mañanera.
Por último, fuera de Palacio Nacional, Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo Regional para la Relocalización, también fue captada llegando al lugar, reforzando el puente entre el gobierno y los inversionistas clave.
Es la segunda vez que Sheinbaum se reúne con Fink desde que asumió la presidencia en junio pasado, dejando claro su interés en fortalecer los lazos económicos con los principales actores financieros internacionales.