Las tensiones se agudizan en Níger a medida que el bloque occidental africano se prepara para una intervención militar después de expirar el ultimátum a los golpistas. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) ha ordenado la movilización de una “fuerza de reserva” con el objetivo de restablecer la democracia en Níger, luego de que venciera el plazo dado para la restitución del presidente depuesto, Mohamed Bazoum.

El régimen militar nigerino respondió con amenazas, sugiriendo que tomaría medidas drásticas si se intenta una intervención militar por parte de los países vecinos para restaurar el gobierno de Bazoum. La CEDEAO no ha detallado aún la ubicación ni los países involucrados en el despliegue de la fuerza, pero los analistas de conflictos estiman que podría contar con alrededor de 5 mil soldados, encabezados por Nigeria, y podría estar operativa en cuestión de semanas.
Tras una reunión de la CEDEAO, el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, anunció que su nación se sumará a la operación junto a Nigeria y Benín. Ouattara afirmó que Costa de Marfil aportará un batallón y ha asegurado el financiamiento necesario para esta iniciativa con el objetivo de restablecer la paz y la estabilidad en la región.
Níger, una nación empobrecida de aproximadamente 25 millones de habitantes, había sido una esperanza para las naciones occidentales en la lucha contra la violencia yihadista relacionada con grupos como Al Qaeda y el Estado Islámico. Francia y Estados Unidos, junto con otros países europeos, habían invertido significativamente en el fortalecimiento del ejército nigerino, manteniendo más de 2 mil 500 tropas en el país.
El grupo al mando del golpe militar, liderado por el general Abdourahmane Tchiani, ha capitalizado el sentimiento antifrancés en la población para ganar apoyo. Mientras tanto, en la capital, Niamey, los ciudadanos expresan su oposición a la intervención de la CEDEAO, argumentando que la organización desconoce la realidad local y no debería intervenir.
La Unión Africana ha respaldado la decisión de la CEDEAO y ha instado a la junta a frenar la escalada de tensiones. Mientras tanto, Francia y Estados Unidos han expresado su apoyo a las acciones de la CEDEAO. Human Rights Watch ha destacado las difíciles condiciones que enfrenta el depuesto presidente Bazoum, quien informó sobre la grave salud de su hijo y las carencias en su hogar. La situación en Níger sigue siendo un punto de discusión tanto a nivel regional como internacional.