¡La #CiudadFlotante Secreta del Caspio! Un Viaje a la #IslaPetrolera Perdida de la Era #Soviética.

Si alguna vez te has preguntado qué sucede cuando un lugar se construye sobre el agua, es hora de conocer Neft Dashlari, una ciudad flotante que, a pesar de estar en el corazón del mar Caspio, sigue siendo un misterio para muchos. Esta increíble isla artificial está llena de torres oxidadas, antiguos edificios de la era soviética y tuberías que parecen contar historias de un tiempo pasado.

Ubicada a unos 55 kilómetros de Bakú, la capital de Azerbaiyán, Neft Dashlari tiene una historia fascinante que se remonta a los años 40 del siglo XX. Fue el propio Joseph Stalin quien ordenó su construcción cuando descubrió que el lecho marino del Caspio escondía grandes reservas de petróleo.

Un Proyecto Soviético de Alta Mar: ¿Cómo Nació la Ciudad Flotante?

Este curioso lugar comenzó a tomar forma en 1949, tras una exitosa exploración petrolera. Un 7 de noviembre de ese año, un pozo de petróleo arrojó un chorro de 100 toneladas diarias, marcando el inicio de la producción petrolera en alta mar. Así, Azerbaiyán se convirtió en pionero al comenzar a explotar yacimientos petroleros en el mar abierto, algo que nunca antes se había hecho en la región.

La idea original de Stalin era simple: aprovechar los recursos del mar para impulsar la economía soviética. Pero lo que empezó como una plataforma rudimentaria pronto se transformó en una ciudad flotante llena de vida y movimiento. De hecho, en los años 50, se utilizó una táctica inusual: hundir barcos de desecho para usarlos como cimientos de los edificios. ¡Todo un milagro de la ingeniería de la época!

Un Mundo Bajo el Agua: Barcos Hundidos y Edificaciones Flotantes.

Uno de los barcos más famosos fue el Zoroaster, un petrolero diseñado por Ludvig Nobel (hermano de Alfred Nobel, el fundador de los premios), que se hundió para dar paso a las primeras estructuras en lo que originalmente se conocía como la “Isla de los Siete Barcos”. Con el tiempo, este nombre desapareció, pero la esencia de esa historia de supervivencia y creatividad sigue viva.

A lo largo de las décadas, la isla creció, y en ella se construyeron viviendas para los trabajadores, tiendas, una panadería, un campo de fútbol, y hasta un teatro. ¡Era toda una pequeña ciudad flotante!

Una Isla Petrolera que Conquistó el Mundo

En su apogeo, Neft Dashlari llegó a tener más de 5.000 trabajadores, y el petróleo que se extraía aquí se utilizaba para abastecer las necesidades energéticas de la URSS, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, la producción sigue siendo significativa, aunque no como en los viejos tiempos. Según la empresa SOCAR, en su mejor momento, en 1967, la isla producía más de 7 millones de toneladas de petróleo al año. Actualmente, se producen unas 3.000 toneladas diarias, pero su legado sigue siendo el de la plataforma petrolera marina más antigua del mundo.

El Declive: ¿Un Futuro Turístico para la Isla Petrolera?

A pesar de su imponente historia, Neft Dashlari ha comenzado a mostrar signos de desgaste. A medida que las reservas de petróleo se agotan y la infraestructura envejece, la isla ha ido perdiendo su esplendor. En 2012, solo una fracción de las carreteras que conectan las diversas zonas de la isla eran transitables, y las estructuras se encontraban bastante deterioradas.

Aunque no es un lugar comúnmente visitado, algunos creen que Neft Dashlari podría reinventarse como un destino turístico o incluso como un balneario marino. Con la caída de la producción petrolera y los cambios climáticos que afectan a la región, es posible que el futuro de esta ciudad flotante dependa de un giro inesperado hacia el turismo.

¿Podría Desaparecer Bajo el Agua?

Un estudio reciente de la revista Communications Earth & Environment advierte que el Mar Caspio podría bajar hasta 18 metros para el año 2100. Si esto sucede, Neft Dashlari podría enfrentar grandes desafíos, pero según Mirvari Gahramanli, directora de la Organización de Protección de los Derechos de los Trabajadores del Petróleo de Azerbaiyán, no hay de qué preocuparse por ahora. “La isla no está a punto de hundirse”, asegura, aunque el futuro sigue siendo incierto.

Autor Itzel G. Bandala

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *