El Senado se encuentra sumido en una atmósfera de polémica este martes mientras los legisladores se preparan para decidir si Rosario Piedra Ibarra continuará al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por un segundo periodo. La sesión ha estado marcada por enfrentamientos verbales y momentos de tensión, reflejando la división y el descontento en torno a esta elección.
Se necesitan 86 votos para asegurar la mayoría calificada, y aunque Morena y sus aliados respaldan a Piedra Ibarra, el voto secreto representa una amenaza para sus planes. Las sospechas de posibles deslealtades internas preocupan a la coalición, especialmente después de que el senador Javier Corral anunciara públicamente que se opondrá a la reelección. El nerviosismo es palpable, con temores de que otros senadores oficialistas puedan seguir el ejemplo de Corral.
El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, dejó claro que la votación será meticulosa, con cada senador llamado individualmente para emitir su voto en secreto. “No se entregará la boleta hasta que se deposite en la urna”, explicó, buscando disipar las dudas sobre la transparencia del proceso. Sin embargo, el ambiente se tensó aún más cuando senadores de oposición, como Ricardo Anaya, exigieron garantías de que no se violará la secrecía del voto, acusando a Morena de marcar las boletas a favor de Piedra.
La disputa llegó a un punto álgido cuando Gerardo Fernández Noroña tuvo que suspender la sesión temporalmente tras un forcejeo en el pleno, provocado por la instalación de una mampara. Momentos después, se reinició la sesión, pero las acusaciones de irregularidades y presiones políticas continuaron. La senadora del PRI, Claudia Anaya, criticó el procedimiento, señalando que solo se está perdiendo el tiempo para elegir a la peor evaluada de la terna.
El apoyo de Morena a la reelección de Piedra Ibarra ha sido objeto de duras críticas. Alejandro Moreno Cárdenas, líder del PRI, lamentó que la fracción mayoritaria busque mantener en el cargo a una funcionaria que, según él, dejó mucho que desear en su gestión. Por su parte, Clemente Castañeda de Movimiento Ciudadano expresó su esperanza de que algunos senadores de Morena mantengan su integridad y rechacen la reelección.
Mientras tanto, Fernández Noroña defiende la reelección de Piedra, argumentando que ha enfrentado ataques de organizaciones de derecha y que ha demostrado compromiso. Pero la oposición se mantiene firme, asegurando que la batalla por la CNDH no ha terminado, y que este proceso es un reflejo de las crecientes tensiones políticas en la antesala de un año decisivo para México.