Marilyn Cote, quien se hacía pasar por una psiquiatra de renombre, enfrenta un ultimátum por parte de la Secretaría de Salud de Puebla. La autoridad le ha dado un plazo de cinco días hábiles para presentar su título y cédula profesional que certifiquen que efectivamente es médica, de lo contrario, enfrentará sanciones graves.
Cote, quien se describe a sí misma como abogada, jurista, criminalista, y doctora en neurociencia, neuropsiquiatría y neuropsicología, además de psicóloga de “alto nivel”, se ha promocionado durante años como una experta mundial. Asegura haber creado una técnica de Perfilación Criminal en el Test de Rorschach y haber trabajado en prestigiosas instituciones como la Universidad de Oslo. Sin embargo, todo lo que Cote afirmaba sobre su impresionante currículum resultó ser falso.
Durante años, Marilyn Cote construyó una fachada profesional impresionante. Con videos en inglés, imágenes manipuladas, y títulos que incluían el logo de Harvard y la Universidad de Oslo, Cote se ganó un nombre en el mundo de la “psiquiatría”. Se presentaba como una especialista capaz de curar la depresión en “seis o siete días” y la ansiedad en “tres o cuatro”, lo cual, como muchos ahora saben, era solo una farsa.
La verdadera historia comenzó a salir a la luz cuando un joven médico, Mario, abrió la cuenta Charlatanes Médicos en X (antes Twitter), y comenzó a exponer a falsos médicos y usurpadores de profesiones. La gota que colmó el vaso fue cuando encontró recetas falsificadas que Cote había emitido con nombres inventados y cédulas robadas. Recetas para medicamentos de alto riesgo, como Q-Mind y Neupax, llegaron a manos de Mario, quien rápidamente descubrió que todas las credenciales de Cote eran fraudulentas.
Tras una investigación, Mario descubrió que Marilyn Cote no solo usaba títulos falsificados, sino que también se hacía pasar por médico cirujano, psiquiatra y psicóloga clínica en sus recetarios, al mismo tiempo que falsificaba las credenciales de universidades de prestigio y se atribuía logros que no eran suyos. Su consultorio, ubicado en las Torres Médicas de Puebla, estaba vinculado a un hospital falso que ni siquiera existía en la forma que ella lo describía.
Lo más impactante fueron las reseñas de sus pacientes, que alertaban sobre sus prácticas fraudulentas. “Es una criminal”, escribió uno de ellos, describiendo cómo Cote le había dado un diagnóstico erróneo y recetado medicamentos peligrosos sin tener la capacitación adecuada. Estas críticas, que datan de hace más de cinco años, alertaban sobre el daño que Cote causaba a quienes caían en sus manos.
Además, se descubrió que Marilyn respondía de forma agresiva a las reseñas en Google y en redes sociales. En un tono desafiante, incluso aseguraba ser dueña de 50% del consorcio más caro de México, algo completamente absurdo, que solo agregaba más surrealismo al caso.
La Secretaría de Salud de Puebla no tardó en intervenir y suspendió temporalmente su consultorio, tras descubrir que Cote operaba sin la licencia sanitaria necesaria y sin el título adecuado para ofrecer consultas médicas. Además, Fifty Doctors, el hospital en el que Cote afirmaba trabajar, desmintió cualquier vinculación con ella y anunció que tomaría acciones legales.
Para el experto en salud, Xavier Tello, este caso refleja una crisis más profunda. “El sistema de validación profesional está atrasado, no hay forma de rastrear la validez de una receta, y médicos sin la formación adecuada hacen cirugías o recetan medicamentos sin tener autoridad para ello. Aquí, si no hay una denuncia, no hay persecución”, explicó el analista.