En el sur de Gaza, la situación se ha vuelto insostenible. Las pandillas criminales están robando a mano armada la ayuda humanitaria destinada a la población, ¡y lo están haciendo a plena vista de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)! 😱 Según los trabajadores humanitarios y las comunidades locales, los robos, cada vez más violentos, están bloqueando la distribución de alimentos y suministros.
Los delincuentes armados operan en zonas restringidas de la frontera, sin miedo a ser detenidos por los soldados israelíes. Incluso después de que Hamás intentara recuperar el control de Gaza con una fuerza de seguridad especial, los robos no se detienen. La semana pasada, casi 100 camiones de la ONU fueron saqueados, y varios conductores resultaron heridos. ¡Una de las pérdidas más grandes de asistencia en un solo día!
Además, en los últimos días, una familia criminal en Gaza bloqueó la principal carretera entre el cruce de Kerem Shalom en Israel y Gaza, atacando a los camiones con disparos. Sam Rose, subdirector de UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, no dudó en señalar que “las pandillas están llenando el vacío de poder” en un área donde la ley y el orden han colapsado.
¿Y Qué Hace Hamás? 🤔
Ante el caos, Hamás ha tomado medidas para frenar a los saqueadores, pero muchos no creen que sea por el bien de la gente. Algunos piensan que Hamás solo está buscando el control del lucrativo mercado negro de los bienes robados. Mientras tanto, los precios de los productos básicos se disparan. Una simple bolsa de harina puede costar más de US$200, y un solo huevo llega a costar US$15. ¡La gente está desesperada!
En el sur, la situación es crítica: familias enteras han quedado desplazadas, y muchos de ellos apenas tienen acceso a comida, agua o productos de limpieza. “Mis hijos están hambrientos todos los días”, dice Umm Ahmed, una madre palestina que lucha por sobrevivir junto a sus hijos. “No pedimos mucho, solo una vida decente”.
¿Qué Está Haciendo Israel?
Israel está enfrentando presiones internacionales para permitir que más ayuda entre a Gaza. Sin embargo, la entrada de camiones sigue siendo un problema, ya que los trabajadores humanitarios aseguran que muchas de las restricciones impuestas por las autoridades israelíes están obstaculizando la distribución de los suministros. La respuesta israelí: que la ONU y las agencias internacionales no están logrando enviar suficientes vehículos a los cruces.
Mientras tanto, los robos continúan. Según informes, muchos de los bienes robados terminan en bodegas en zonas controladas por el ejército israelí, sin que intervengan. Los trabajadores humanitarios exigen que se levanten las restricciones y se abran más puntos de cruce para garantizar la seguridad de los suministros.
El Mercado Negro Se Desborda.
Desde el comienzo de la guerra, el contrabando de productos como cigarrillos se ha convertido en un negocio millonario. Un solo cigarro, que antes costaba menos de US$5, ahora puede llegar a costar hasta US$48. La desesperación de los residentes de Gaza es tal que los robos no solo incluyen comida, sino productos de contrabando que se venden a precios exagerados.
Y mientras los suministros de comida siguen disminuyendo, los campamentos de refugiados en Gaza están siendo azotados por las lluvias intensas, empeorando aún más las condiciones de vida. Las autoridades israelíes han prohibido algunas importaciones, lo que ha empeorado la escasez de alimentos y ha disparado los robos.
¿Una Solución Privada?
Israel está considerando la opción de usar un contratista privado para distribuir la ayuda en Gaza, una idea que ha generado preocupación entre los trabajadores humanitarios. Georgios Petropoulos, de la ONU, cuestiona si esa es realmente una solución segura. “Esto solo podría traer más violencia”, asegura.