Pierre Poilievre, líder de la oposición en Canadá y fuerte aspirante a convertirse en primer ministro en las elecciones de 2025, expresó su disposición a renegociar un acuerdo comercial con Estados Unidos que excluya a México. Poilievre afirmó que tomará las medidas necesarias para priorizar la relación entre Canadá y su vecino del sur, asegurando que su enfoque es exclusivamente en los intereses canadienses.
El político conservador destacó que Estados Unidos representa el 60% del comercio de Canadá, superando ampliamente las transacciones con el resto del mundo. En este contexto, enfatizó que proteger la relación comercial con Washington será su prioridad absoluta, incluso si eso implica dejar de lado a México en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Estas declaraciones se producen en medio de crecientes tensiones comerciales tras el anuncio del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a los productos provenientes de México y Canadá. Según Trump, estas medidas buscan responder al flujo de drogas e inmigrantes que cruzan las fronteras hacia su país. La postura de Poilievre refuerza una narrativa nacionalista que podría intensificar las diferencias dentro del bloque comercial norteamericano.
Doug Ford, jefe de gobierno de la provincia de Ontario, también respaldó la exclusión de México del acuerdo comercial, argumentando que el país ha facilitado la entrada de inversiones chinas en la región. Ford calificó esta dinámica como perjudicial para la industria canadiense y señaló que Canadá debería centrarse en fortalecer sus vínculos con Estados Unidos.
El actual primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no descartó la posibilidad de renegociar el T-MEC, aunque subrayó que su principal responsabilidad es proteger los intereses económicos y laborales de su país. Trudeau, bajo presión tanto interna como externa, busca equilibrar las crecientes demandas nacionalistas con la necesidad de mantener un bloque comercial estable.
La situación plantea un escenario complejo para México, que enfrenta no solo la amenaza de aranceles por parte de Trump, sino también la posible pérdida de uno de sus principales socios en el T-MEC. Con una economía altamente dependiente de las exportaciones hacia Estados Unidos y Canadá, estos movimientos podrían tener repercusiones significativas para la región y la estabilidad del acuerdo comercial trilateral.