Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum descalificó las recientes predicciones de Moody’s y Standard & Poor’s, que ajustaron a la baja sus expectativas de crecimiento económico para México. La mandataria aseguró que el gobierno está tomando medidas activas para impulsar la economía y no está esperando que el crecimiento ocurra por sí solo. 💪
“No sé en qué basan sus opiniones, pero no estamos cruzados de brazos esperando que la economía crezca solita o que los salarios suban mágicamente. Eso no va a pasar por sí solo”, dijo Sheinbaum, dejando claro que el gobierno tiene un plan estratégico para fomentar el desarrollo económico.
Moody’s y S&P redujeron sus previsiones de crecimiento económico para México en 2025, citando amenazas de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. Estas previsiones fueron afectadas por políticas como la reforma judicial que propone la elección popular de jueces y magistrados, además de posibles tarifas impuestas por el ex presidente Donald Trump. Mientras que S&P bajó su pronóstico de crecimiento del PIB de 1.5% a 1.2%, Moody’s lo hizo de 1.3% a 0.6%.
Una semana antes, Moody’s ya había bajado la calificación crediticia de México, cambiando su perspectiva de “Estable” a “Negativa”. HR Ratings también hizo lo mismo el lunes pasado. Sin embargo, la presidenta señaló que el Proyecto de Egresos de la Federación está bien estructurado para cumplir con los compromisos de deuda, asegurar programas de bienestar y fomentar la inversión pública en infraestructura.
“Estamos trabajando con cada uno de los estados, hasta el momento ya tenemos el apoyo de 19 gobernadores”, detalló Sheinbaum.
En cuanto a las diferencias con las agencias internacionales, la mandataria aclaró: “Ellos trabajan con modelos que incluyen variables como los aranceles, pero nosotros no nos quedamos esperando a ver qué pasa. Queremos crecimiento económico, buenos salarios y bienestar para todos”.
Ante la posibilidad de una guerra arancelaria con Estados Unidos, Sheinbaum evitó especular sobre qué productos serían más afectados, pero aseguró que México no se ve afectado en términos de comercio. También Marcelo Ebrard, secretario de Economía, destacó que las empresas estadounidenses con presencia en México, como las del sector automotriz, serían las más perjudicadas por estos aranceles, lo que repercutiría directamente en los precios y en el bolsillo de los consumidores.
La presidenta también reiteró que el principal impacto sería para las empresas y ciudadanos de EE.UU. y llamó al diálogo para evitar que esta situación escale. “Estamos en contacto con el equipo de Donald Trump y el gobierno canadiense. Es importante que trabajemos juntos en este tema”, señaló.
Finalmente, Sheinbaum insistió en que el gobierno mexicano sigue comprometido en asuntos de migración, seguridad y fentanilo, pero recordó que se necesita una cooperación más estrecha entre países para enfrentar los retos de manera conjunta.
“Calma, estamos trabajando por nuestra gente”, concluyó la presidenta, llamando a la calma y a la unidad en estos tiempos de incertidumbre.