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Los rebeldes en el norte de Siria han dado un golpe inesperado, aprovechando las debilidades de los aliados de Irán, en un intento por hacer mella en el poder del régimen de Bashar al-Assad. Tras años de avances limitados, estos grupos han logrado apoderarse de unas 40 ciudades y pueblos que antes estaban bajo control del gobierno sirio, además de una base militar importante.
Este jueves, varios grupos de la oposición unieron fuerzas para atacar las cercanías de Alepo, la segunda ciudad más grande del país, que ha permanecido en manos del gobierno y las milicias proiraníes desde 2016. El objetivo es claro: desgastar al gobierno sirio y sus aliados, acusándolos de librar una guerra abierta contra el pueblo sirio, especialmente al atacar áreas con desplazados.
La operación, que comenzó el miércoles, marca el primer enfrentamiento serio desde marzo de 2020, cuando Rusia y Turquía negociaron un alto al fuego en el norte del país. En los últimos meses, Irán ha visto cómo su aliado Hezbollah es debilitado por ataques aéreos israelíes en Líbano. Esto ha dejado a los rebeldes con una oportunidad dorada para tomar la delantera, tras ver a Hezbollah y a otros actores de la región en una posición más vulnerable.
La ofensiva fue anunciada por los rebeldes a través de su canal de Telegram, bautizándola como “Disuasión de la Agresión”. Este ataque, según dicen, es una respuesta a los recientes bombardeos del régimen en la provincia de Idlib, donde murieron más de 30 civiles. Lo que comenzó como una “operación limitada” se expandió rápidamente después de que las fuerzas de Assad huyeran de varias ciudades cercanas a Alepo.
Según los medios iraníes, Kioumars Pourhashemi, un alto comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), perdió la vida en Alepo durante los enfrentamientos. Para los rebeldes, este ataque no es solo un ajuste de cuentas, sino un claro mensaje contra las milicias iraníes y su influencia en la región, acusándolas de generar “destrucción y caos” bajo la fachada de lucha por la resistencia.
¿Una oportunidad para los rebeldes?
Muchos analistas creen que los rebeldes están aprovechando un vacío dejado por el debilitamiento de Hezbollah y la presión sobre Irán. Como explicó Nanar Hawach, analista de la International Crisis Group: “Los rebeldes están viendo una oportunidad única mientras Hezbollah está debilitado, Irán está presionado y Rusia tiene sus manos ocupadas con Ucrania. El éxito les sorprendió y ahora han decidido ir por más”.
La guerra en Siria parece estar en una fase crítica, donde las alianzas y las dinámicas de poder están cambiando. Mientras que Irán y Rusia han apoyado a Assad durante más de una década, Turquía sigue respaldando a los rebeldes en el norte. Ahora, con la presencia de Hezbollah en declive y la creciente tensión por los ataques israelíes, la situación podría dar un giro inesperado.
