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El gobierno de Michel Barnier (conservador) sufrió una derrota rotunda, tras caer en una moción de censura que reunió a 331 votos de la izquierda y la extrema derecha (¡y solo necesitaban 288!). A penas tres meses después de haber asumido el cargo, Barnier, quien fuera el negociador principal de la UE durante el Brexit, ahora se verá obligado a presentar su dimisión ante el presidente Emmanuel Macron. Con esto, se convierte en el primer ministro más efímero desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La razón de su caída: una moción respaldada por la izquierda y la ultraderecha. Barnier, que a sus 73 años casi termina su tercer mes en el poder, tuvo un apoyo limitado, solo proveniente de la derecha tradicional y los macronistas, sin lograr un respaldo suficiente para mantener el rumbo.
El presidente Macron lo había nombrado el 5 de septiembre con la esperanza de romper el estancamiento político que siguió a las divisorias elecciones de julio. La Asamblea Nacional había quedado dividida en tres bloques muy diferentes: la izquierda, los centristas y la ultraderecha.
Desde que asumió, su gobierno se fue quedando sin apoyo. A pesar de sus esfuerzos, el “Míster Brexit” pasó de un 45% de aprobación en septiembre a solo 36% en noviembre. La situación empeoró cuando no pudo conseguir los votos suficientes para aprobar los Presupuestos Generales de 2025, algo que lo dejó mal parado ante los ojos de los parlamentarios.
El fracaso de Barnier también estuvo relacionado con la mala gestión de los presupuestos, que apuntaban a reducir el gasto público y aumentar temporalmente los impuestos a las grandes empresas para reducir el déficit. Sin embargo, las medidas no gustaron a muchos, especialmente la ultraderecha que lo abandonó por no cumplir con sus promesas de aumentar las pensiones.
Incluso Marine Le Pen, líder ultraderechista, lanzó un mensaje directo a Macron, sugiriendo que ahora debe reflexionar si tiene lo necesario para continuar en el cargo. “Es hora de que el presidente piense si puede seguir en su puesto o si va a sacrificar el futuro de Francia por su orgullo”, afirmó Le Pen.
El gobierno de Barnier se convirtió en el más corto de la historia de la Quinta República de Francia, iniciada en 1958, y el segundo que cae en toda la historia, después del gobierno de Georges Pompidou en 1962.
Aunque al principio se resistió, Le Pen finalmente apoyó la moción de censura tras el desacuerdo de Barnier con las reformas en el tema de las pensiones. En su lugar, el gobierno apostó por un presupuesto que centraba sus esfuerzos en recortar el gasto público y aumentar temporalmente los impuestos a las grandes corporaciones.
Este revés no implica la caída de Macron, cuyo mandato continúa hasta 2027, pero ahora se enfrenta al reto de nombrar un nuevo primer ministro sin recurrir a elecciones legislativas.
Los rumores apuntan a que el ministro de Defensa Sébastien Lecornu y el aliado centrista François Bayrou son los favoritos para ocupar el puesto de Barnier.
