Cuando este lunes las autoridades arrestaron a Luigi Mangione, un joven de 26 años, en Altoona, Pensilvania, lo encontraron con algo muy peculiar en su mochila: una arma fantasma. ¿La conexión? Mangione está acusado de matar a Brian Thompson, el CEO de UnitedHealth, en Nueva York, y se sospecha que usó esta pistola para el crimen. Esta pieza clave podría cambiar el rumbo de su proceso judicial.
¿Y qué hace tan rara a esta arma? Pues las armas fantasma son pistolas, rifles y demás, fabricadas por personas fuera de los círculos legales. Normalmente, son hechas en casa usando piezas compradas por internet, sin un número de serie que las registre. Así, se vuelven invisibles para las autoridades. ¡Casi como un fantasma! 👻
Mangione, experto en programación, fue capturado después de que alguien lo reconociera en un McDonald’s. En su mochila no solo llevaba la pistola, sino también varias identificaciones falsas y un manifiesto de tres páginas donde despotricaba contra el sistema de salud de EE.UU.
El Departamento de Policía de Nueva York explicó que el arma tenía una capacidad de disparar balas de 9 mm y que podría haber sido fabricada en una impresora 3D. ¡Sí, como lo lees, tecnología al servicio del crimen!
¿Por qué es tan difícil rastrear estas armas?
El Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives (ATF) asegura que este tipo de armas son difíciles de seguir porque no tienen los números de serie que permitirían identificar su origen. Hasta 2023, no era obligatorio ponerles un número de serie ni verificar los antecedentes de quienes las compran. Y en EE.UU., donde las armas están tan reguladas, esta falta de rastreo es un dolor de cabeza para las autoridades.
Por si fuera poco, las armas fantasma están hechas con kits comprados online, y solo basta con hacer algunos ajustes en casa para tener una pistola funcional. En algunos casos, hasta los menores de edad y personas con problemas mentales tienen acceso a ellas.
¿Cómo se está regulando esto?
El gobierno de Biden está intentando cambiar las reglas, exigiendo que los kits de armas fantasma lleven números de serie y que se realicen verificaciones de antecedentes para los compradores. Pero este cambio no ha sido sencillo. Un fallo reciente de la Corte Suprema podría decidir si estas nuevas regulaciones son legales o no.
En Nueva York y otros estados ya hay leyes para intentar controlar este tipo de armas, pero el problema persiste porque las piezas pueden enviarse por separado a casi cualquier lugar.
Un problema que crece rápido.
Los expertos aseguran que las armas fantasma son el problema de armas de más rápido crecimiento en EE.UU. En 2022, la ATF encontró más de 20.000 de estas armas en investigaciones criminales, un número que aumentó diez veces desde 2016.
Este aumento preocupa a las autoridades, ya que sin un número de serie, es casi imposible rastrear a los responsables de su venta ilegal. Según Juliette Kayyem, exsecretaria adjunta de política del Departamento de Seguridad Nacional, “las armas fantasma son una nueva amenaza en un país que ya tiene dificultades para regular las armas”.
Y mientras tanto, EE.UU. sigue luchando contra la violencia armada. En 2022, más de 48.000 personas murieron por armas de fuego en el país, según los CDC.
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