Las autoridades federales y estatales han comenzado a recorrer las orillas del río Tula para identificar qué está contaminando sus aguas. Esta acción, como adelantó la presidenta Claudia Sheinbaum, es fundamental para poder llevar a cabo el saneamiento necesario del afluente. Según Sheinbaum, estos recorridos son el primer paso para hacer una revisión completa y empezar con las tareas de limpieza del río.
En el caso de Hidalgo, la Comisión Estatal de Agua y Alcantarillado (CEAA) está liderando estos recorridos, aunque aún no se han compartido detalles sobre los avances ni el tiempo estimado para completar la inspección de toda la ribera. La CEAA ya ha comenzado con el inventario de las fuentes contaminantes, pero aún falta información sobre el proceso.
En la mañanera del 9 de diciembre, la presidenta Sheinbaum destacó que el proyecto para el saneamiento del río Tula es integral y que pronto se dará a conocer a las comunidades de la región tolteca. Además, aseguró que se está trabajando de la mano con el gobierno de Hidalgo en este proyecto.
También mencionó que hay un trabajo paralelo relacionado con las zonas cercanas a la Zona Metropolitana del Valle de México. En este caso, se están realizando acciones con los gobiernos del Estado de México y la Ciudad de México para revisar dos grandes infraestructuras: el Túnel Emisor Oriente (TEO) y el Túnel Emisor Central (TEC).
A pesar de estas acciones, el colectivo Red de Conciencia Ambiental “Queremos Vivir” ha señalado que no se ha dado información clara sobre el tratamiento de las aguas que provienen del TEO y TEC, que son responsables de gran parte de la contaminación del río. El grupo ha solicitado que se socialice el proyecto y se explique cómo se van a abordar estos problemas.
Por otro lado, la presidenta Sheinbaum también hizo hincapié en que se sabe que varias empresas están arrojando aguas residuales al río Tula sin cumplir con las regulaciones ambientales. Estas empresas serán obligadas a tratar el agua antes de verterla al afluente.
Y es que no es un secreto que desde hace años, organizaciones como el Movimiento Social por la Tierra han denunciado que tanto la Refinería Miguel Hidalgo como la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos vierten aguas contaminadas directamente al río. Además, varios municipios están contribuyendo al problema con drenajes de aguas grises y negras que terminan en el afluente.
Ante esto, se está trabajando en la construcción de plantas tratadoras de agua y colectores marginales para garantizar que solo llegue agua limpia al río Tula, buscando reducir la contaminación y preservar el vital líquido.