A tan solo días de la Navidad, los conductores de Amazon han decidido ir a la huelga en varias partes de los EE. UU., justo cuando la demanda de entregas está por las nubes. A pesar de esto, la compañía asegura que las entregas navideñas no se verán afectadas.
El sindicato Teamsters está en huelga en siete instalaciones de cuatro estados. Aunque el sindicato asegura representar a 7.000 trabajadores de Amazon, esta cifra no llega ni al 1% de la plantilla total de la empresa en el país. La protesta, además de los habituales reclamos por mejores salarios y beneficios, tiene un giro curioso: Amazon niega que estas personas sean sus empleados, a pesar de que llevan chalecos de la empresa, conducen sus furgonetas y entregan exclusivamente sus paquetes. 🤨
Sean O’Brien, presidente de Teamsters, no se guardó nada y en un comunicado por X, le dejó claro a Amazon que “si tu paquete se retrasa esta Navidad, puedes culpar a la codicia de la empresa”. Y añadió: “Les dimos un ultimátum para que vinieran a la mesa y resolvieran la situación, pero lo ignoraron”.
Por otro lado, Luke Cianciotto, conductor de Amazon, expresó su frustración frente a la planta de Skokie, Illinois: “No hay regalos debajo del árbol para muchos de nosotros este año. Los salarios y las horas simplemente no son suficientes para vivir en esta economía”.
A pesar de las huelgas, Amazon se mantiene firme en su postura, asegurando que el sindicato Teamsters no representa a ningún trabajador de la compañía. La compañía también destacó que solo en Staten Island, Nueva York, hay trabajadores que han logrado ser reconocidos por la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) como parte del sindicato, pero aún no están en huelga.
Kelly Nantel, portavoz de Amazon, salió al paso de las acusaciones, afirmando que “esto es solo una jugada publicitaria de los Teamsters” y que la huelga es ilegal. Además, la empresa aseguró que muchos de los huelguistas no son empleados de Amazon, sino miembros de Teamsters de otras industrias.
La huelga comenzó en Queens, Nueva York, a las 6 a.m. (hora de Miami), y rápidamente se fue extendiendo a otras ciudades como Skokie, Atlanta, San Francisco y California. Los sindicalistas aprovecharon el repunte de ganancias de Amazon, que este año ha reportado más de 39 mil millones de dólares de beneficio neto en los primeros nueve meses, una cifra que ha más que duplicado los resultados del año anterior.
Ash’shura Brooks, otro conductor en Skokie, también se unió al coro de críticas: “Ya basta de poner las ganancias por encima de las personas. ¡La gente está primero!”.
El futuro de la huelga es incierto. Aunque algunos expertos creen que la protesta será breve, similar a otras huelgas de corta duración que han tenido un gran impacto, otros apuntan a que podría prolongarse hasta alcanzar un acuerdo.
Amazon, sin embargo, no parece dispuesto a ceder. El sindicato sostiene que algunos de los conductores en huelga trabajan para contratistas externos de Amazon, y no directamente para la empresa. Sin embargo, este argumento está en disputa y podría verse afectado por una nueva normativa de la NLRB.
Lo que parece claro es que Amazon no está dispuesto a reconocer al sindicato Teamsters. A pesar de que el sindicato afirma que algunos empleados de Amazon han firmado tarjetas para unirse a ellos, la compañía sigue negándose a reconocerlo formalmente.
Este conflicto se podría intensificar aún más a medida que se acerca la Navidad, con los trabajadores tratando de presionar a la empresa justo antes de que se entregue el mayor volumen de paquetes del año.