¡Atención, católicos! El pasaje del Evangelio de San Juan (10:9-11) cobrará un nuevo significado para millones de personas, pues con el inicio del Año Santo 2025, la Iglesia se prepara para abrir de nuevo la puerta santa, un rito que tiene más de seis siglos de historia. El Papa Francisco será el encargado de abrir la primera de estas puertas el 24 de diciembre de 2024, marcando el inicio de este Jubileo que durará hasta el 6 de enero de 2026.
Como bien dijo el Papa, “Ha llegado el momento de abrir la puerta santa y ofrecer la experiencia viva del amor de Dios” 💫. Este evento, que se ha repetido cada Año Santo, está lleno de simbolismo y promete ser un recordatorio de la esperanza y la salvación que nos ofrece Cristo.
¿Qué es exactamente una “puerta santa”? 🧐 Según el padre Fermín Labarga, experto en Historia de la Iglesia, es una puerta especial que se abre solo en los años santos. El ritual tiene como objetivo ofrecer a los fieles una indulgencia, es decir, un perdón de los pecados por el simple hecho de cruzarla.
San Pedro no fue el primero en tener una puerta santa. De hecho, la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma, tiene la primera puerta santa conocida, abierta por el papa Martin V en 1423. Esta basílica, que es la catedral de Roma, fue el lugar donde comenzó este rito, mucho antes de que llegara a San Pedro, que lo adoptó oficialmente en 1499 gracias al papa Alejandro VI.
A partir de ese momento, se instauraron puertas santas en las basílicas romanas de Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros, y hoy en día, en cada Jubileo, el Papa abre estas puertas en un orden determinado. Este 24 de diciembre de 2024, comenzará con la famosa “puerta del gran perdón” en San Pedro, seguida de las de San Juan de Letrán, Santa María la Mayor, y finalmente San Pablo Extramuros.
¿Solo en Roma? ¡Para nada! Aunque este Jubileo solo verá la apertura de las puertas en las basílicas papales romanas y en una prisión de Roma, existen otras puertas santas en el mundo, como las de L’Aquila y Atri en Italia. Estas puertas tienen un origen más antiguo, datando de 1294, cuando el papa Celestino V estableció el rito de la Perdonanza celestiniana, que otorga indulgencias a quienes visitan estas iglesias. Aunque no se abren solo en años santos, sino cada año en fechas específicas como el 28 de agosto en L’Aquila.
En Galicia, la Catedral de Santiago de Compostela también tiene su puerta santa, pero solo se abre cuando el 25 de julio (Día de Santiago) cae en domingo. Y en Quebec, Canadá, la Basílica-Catedral de Notre Dame también posee una puerta santa, que se abrió en 2014 con la autorización de Benedicto XVI, siendo la única fuera de Europa.
¿Por qué solo estas iglesias? El poder de decidir quién tiene una puerta santa recae en los papas, y ellos determinan qué templos serán parte de esta tradición. En ocasiones, en otros jubileos, se han abierto puertas en diócesis importantes alrededor del mundo, como ocurrió en 2015 con el Año de la Misericordia. Este 2025, Francisco ha decidido abrir una puerta santa en la prisión romana de Rebibbia, para que los reclusos puedan experimentar la redención espiritual.
Sin embargo, la tradición no siempre fue tan sencilla. Recientemente, se simplificó el ritual para evitar accidentes, como el que ocurrió en 1974, cuando el Papa Pablo VI casi fue golpeado por escombros mientras abría la puerta en San Pedro. Desde entonces, las paredes que cubren las puertas se desmontan antes del evento, para evitar sustos.
Este 24 de diciembre, los ojos de 1.400 millones de católicos estarán puestos en la puerta santa de San Pedro, la cual fue diseñada por el escultor Vico Consorti en 1949, con 16 paneles que representan momentos claves de la Biblia, desde la expulsión del Edén hasta la Resurrección de Jesús.