Los Ángeles sigue enfrentando una crisis imparable, pues los incendios forestales no dan tregua a la ciudad californiana. La situación ha llegado a tal punto que las autoridades locales han tenido que declarar una “emergencia sanitaria” debido a la contaminación del aire generada por las cenizas y el humo que invaden la urbe.
Para protegerse, han instado a los residentes a permanecer en casa y usar aire acondicionado para filtrar el aire, además de utilizar mascarillas si es necesario salir al exterior. La combinación de vientos fuertes e incendios descontrolados está empeorando la calidad del aire, lo que representa un serio peligro tanto a corto como a largo plazo para la salud pública, según el Departamento de Salud del Condado de Los Ángeles.
Pero la crisis no termina ahí. Más de 144,000 personas ya han sido evacuadas de sus hogares, y el número de víctimas fatales ha llegado a once, con 13 desaparecidos. Además, las llamas han arrasado con miles de viviendas y dejado a más de 60,000 personas sin electricidad.
Zonas como Brentwood, Encino, Eaton y Calabasas han recibido las alertas de evacuación. Incluso los estudiantes de UCLA fueron advertidos de que deben estar listos para evacuar si las llamas se acercan al campus.
Lo que ha hecho aún más crítica esta situación es que los incendios ya han destruido alrededor de 10,000 viviendas y locales comerciales, convirtiéndose en los incendios más destructivos en la historia de Los Ángeles. Las autoridades están trabajando para ofrecer refugios a los desplazados, y han debido prohibir actividades como la natación en la costa debido a la alta cantidad de ceniza en el ambiente.
Además, varias personalidades como Mel Gibson, Billy Crystal, Jeff Bridges y Paris Hilton han perdido sus hogares debido al fuego.
Aunque los bomberos reportan avances en el control de algunos focos, la amenaza sigue siendo muy grande, con 60,000 edificios más en riesgo. Las pérdidas materiales ya se estiman en más de 8,000 millones de dólares y 157 km² de terreno han sido devastados por el fuego.
La causa de estos incendios sigue siendo un misterio. Un hombre fue detenido bajo sospecha de haber intentado iniciar un nuevo incendio, pero aún no hay pruebas suficientes para acusarlo formalmente. Las autoridades aseguran que se concentrarán en investigar una vez que el peligro inmediato pase.
La sequía extrema y los vientos de Santa Ana han favorecido la propagación de las llamas, y con nuevas ráfagas pronosticadas, el temor es que el fuego siga avanzando.
El cambio climático también ha sido señalado como un factor clave que agrava la situación. El gobernador Gavin Newsom ha solicitado una investigación sobre posibles fallas en el sistema de hidrantes y agua.
Para evitar saqueos, se ha impuesto un toque de queda y se han desplegado tropas de la Guardia Nacional en varias zonas de la ciudad. 22 personas han sido arrestadas por violar la prohibición de circular por las calles en la noche.
Por otro lado, México ha anunciado que enviará una misión de 74 expertos para ayudar en la lucha contra el fuego, mientras que en un esfuerzo por combatir las llamas, 939 prisioneros han sido reclutados para trabajar en la extinción.
Aunque la situación es desesperante, la comunidad sigue luchando contra estos desastres, buscando minimizar los daños y salvar lo que queda.