#Catatumbo: Un lugar donde la violencia sigue a todo gas tras la suspensión del proceso de paz con el #ELN.

La región del Catatumbo, ubicada en el noreste de Colombia, se ha convertido en uno de los puntos más peligrosos del país, donde las muertes no cesan. En los últimos días, más de 80 personas han perdido la vida debido al resurgimiento de la violencia, producto del fracaso del proceso de paz con el ELN que fue suspendido por el presidente Gustavo Petro la semana pasada.

En el Catatumbo, que cubre varias localidades de Norte de Santander, los enfrentamientos entre el ELN y otros grupos armados como las disidencias de las FARC han causado estragos, especialmente por el control de los cultivos de coca y las rutas del narcotráfico. La situación ha sido tan grave que más de 11.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en menos de una semana, según la Defensora del Pueblo, Iris Marín.

Además, las víctimas no son solo civiles; también han sido asesinados líderes campesinos y firmantes de paz. Las localidades más afectadas incluyen Convención, Tibú, Teorama, Ábrego, El Tarra y Hacarí. 🏚️

El presidente Petro suspendió las negociaciones con el ELN tras acusaciones de que el grupo guerrillero estaba incumpliendo los acuerdos y llevando a cabo “operaciones de inteligencia militar” contra el Gobierno. Petro advirtió que el ELN se ha convertido en una “narcoorganización” y que si el grupo elige la guerra, guerra tendrá.

El Ministro de Defensa, Iván Velásquez, se desplazó a Cúcuta el domingo para abordar la crisis. A su llegada, hizo un llamado a todos los grupos armados a desmovilizarse y permitir el acceso de ayuda humanitaria a la región. El Gobierno exige que el ELN cese sus ataques y brinde las condiciones para la llegada de asistencia.

Este es el segundo intento fallido de paz en menos de un año. El ELN, por su parte, ha defendido la acusación, afirmando que las cinco personas asesinadas recientemente eran miembros de las disidencias de las FARC, y advirtió a los excombatientes de las FARC que cualquier ataque a la población civil sería respondido con confrontación armada.

El conflicto en Catatumbo no es algo nuevo. Desde hace más de medio siglo, la región ha sido escenario de batallas por el control territorial y el narcotráfico, con grupos armados como el ELN, las FARC y paramilitares involucrados en el caos. La producción y el tráfico de cocaína siguen siendo los motores de esta violencia, y el Catatumbo se ha convertido en el departamento más afectado por los cultivos de coca en Colombia, según cifras de UNODC.

A lo largo de los años, la violencia ha sido constante, con masacres como la sufrida en 2022 por una caravana presidencial de Petro, cuando una bomba fue detonada en la carretera que conecta Bucaramanga con El Tarra.

En esta región, los grupos armados, como el EPL y las disidencias de las FARC, se enfrentan para ganar el control de las rutas del narcotráfico. Además, se sabe que estos grupos extorsionan a comerciantes y a la población local, sometiéndolos a un control feroz sobre sus actividades diarias.

El presidente Petro ha dicho que el reciente ataque del ELN es una “masacre” similar a las cometidas por los paramilitares en años anteriores, y que estos grupos continúan violando los derechos humanos en la región.

La violencia en Catatumbo es una muestra más de los efectos devastadores que el narcotráfico y los grupos armados han dejado en Colombia, y el Gobierno sigue enfrentando una batalla difícil por el control de este territorio.

Autor Itzel G. Bandala

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *