Más de 4,500 hidalguenses fueron deportados de Estados Unidos en 2024, pero muy pocos aprovecharon los programas de apoyo disponibles. Algunos incluso volvieron a cruzar la frontera.
El año pasado, 4,586 hidalguenses regresaron a su estado natal tras ser deportados, según datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación. Aunque las cifras de diciembre aún no se sumaban al cierre del reporte, la Dirección General de Atención al Migrante del estado calculó que el total anual rondaría entre 4,800 y 5,000 personas.
Pese a la existencia de programas diseñados para apoyar a los migrantes repatriados, solo 230 personas (apenas el 5%) se acercaron a buscar asesoría o acceso a estos beneficios. De ese pequeño grupo, únicamente 80 lograron acceder a algún programa social, explicó Manuel Enrique Aranda Montero, titular de la Dirección General de Atención al Migrante. Sin embargo, 20 de esos beneficiarios decidieron regresar a Estados Unidos, retomando el peligroso camino de la migración.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), la mayoría de los migrantes hidalguenses que buscan mejores oportunidades en el extranjero parten de municipios como Ixmiquilpan, Tulancingo, Pachuca, Actopan y Zimapán, con destinos como California, Texas, Florida, Carolina del Norte y Georgia.
Aunque los programas están ahí, las cifras dejan claro que muchos deportados prefieren no acercarse a las instancias oficiales. Algunos vuelven a intentar el sueño americano, mientras otros enfrentan grandes retos para adaptarse a su vida en Hidalgo.