El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció este domingo que su país ha decidido bloquear los vuelos militares de deportación provenientes de Estados Unidos, asegurando que Colombia “no puede tratar a sus migrantes como si fueran delincuentes”. Esta medida representa un obstáculo para los intentos del gobierno de Trump de intensificar las deportaciones. ✈️❌
Durante la noche, dos vuelos militares estadounidenses con destino a Colombia fueron rechazados, según registros de rastreadores de vuelo. Este movimiento llegó tras un mensaje publicado por Petro en X (antes Twitter), donde dejó claro que no permitiría la entrada de aeronaves estadounidenses con migrantes colombianos a bordo.
Aunque Colombia suele aceptar estos vuelos de deportación, no está claro si esta decisión aplica únicamente a vuelos militares o si se trata de un cambio más amplio en las políticas migratorias. Petro también señaló que estaría dispuesto a reconsiderar la situación si Estados Unidos establece protocolos más humanos para tratar a los migrantes.
💬 “Estados Unidos debe mejorar cómo maneja estas situaciones”, afirmó Petro en su mensaje. Pese a esta postura, Colombia no ha descartado completamente la posibilidad de seguir recibiendo a sus ciudadanos repatriados.
Por su parte, los funcionarios del expresidente Trump enfrentan desafíos similares a los de gobiernos previos: lograr que los países acepten a sus ciudadanos deportados. Esto ha sido especialmente complicado con naciones como Venezuela o aquellas que muestran resistencia, como podría ser el caso actual de Colombia.
En un movimiento reciente, Estados Unidos envió a migrantes a Guatemala en aviones militares, además de presionar a México para que acepte a sus ciudadanos deportados. Sin embargo, la semana pasada México también rechazó la llegada de un vuelo militar que transportaba deportados.
El ministro de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente, destacó: “México tiene una excelente relación con Estados Unidos y trabajamos juntos en temas de soberanía, incluyendo migración. Siempre recibiremos a los mexicanos con los brazos abiertos. México los abraza”.
Por otro lado, funcionarios estadounidenses insisten en que están fortaleciendo su estrategia para garantizar la cooperación de los países receptores de deportados, incluso sugiriendo posibles consecuencias severas para quienes no cumplan con lo pactado.